Asesinato en Tailandia

Nuevo dato en el caso Daniel Sancho: la extraña compra que realizó antes de cometer el crimen

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Daniel Sancho

Daniel Sancho / Mediaset

Lola Gutiérrez

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La defensa de Daniel Sancho, hijo del actor Rodolfo Sancho, juzgado por el asesinato y descuartizamiento del cirujano de origen colombiano Edwin Arrieta el pasado verano, ha salido a desmentir enérgicamente las últimas acusaciones. Afirman que no existen declaraciones ni informes policiales que impliquen a su cliente en las actuaciones que se le atribuyen. Pero, ¿de qué se le ha acusado exactamente?

Recientemente, la controversia se ha centrado en un detalle específico. Tuvo lugar el pasado 2 de agosto, en las horas previas al crimen, y se trata de la compra que llevó a cabo el cocinero. Según reportan varios medios, Sancho adquirió dos rollos de papel de film, que habría utilizado para plastificar la habitación donde más tarde cometió el asesinato.

La defensa argumenta que estos rollos, comunes en cualquier cocina, no serían suficientes para plastificar suelos, paredes o mobiliario, cuestionando así la validez de las nuevas alegaciones.

Un año desde su ingreso en prisión

A la espera de conocer a finales de mes su sentencia, Daniel Sancho cumple este miércoles un año de cárcel con una rutina de ejercicio, lectura y comida tailandesa cocinada por las presas del penitenciario de Samui, al sur de Tailandia.

Sancho, que cumplió 30 años el pasado 11 de junio, ingresó en la cárcel de la turística isla el 7 de agosto de 2023. Desde entonces, el acusado solo ha salido de allí para recorrer en un furgón los cinco minutos que separan la tranquila prisión del Tribunal Provincial de Samui, donde se celebró su mediático juicio del 9 de abril al 2 de mayo.

El español, que siempre ha reconocido que le tratan bien y que en el módulo hospitalario en el que se encuentra nunca ha sido testigo de ningún tipo de violencia, comparte actualmente celda con cuatro presos, aunque en algunos momentos ha llegado a estar con medio centenar, y duerme sobre una colchoneta. Como el resto de reos, recibe tres comidas al día, pero tiene derecho a pedir, previo pago, comida cocinada por las presas del módulo de mujeres.