Revelada la causa exacta que provocó la muerte de Sinéad O’Connor

Un año después de su partida, el mundo aún recuerda a Sinéad O'Connor, la cantante irlandesa que con su voz visceral y su espíritu indomable dejó una huella imborrable en la música. Aunque su muerte, acaecida en su hogar de Londres a los 56 años, fue catalogada como "natural", la publicación del certificado de defunción por parte de The Sun ha arrojado luz sobre los detalles: una exacerbación de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y asma bronquial que padecía, junto con una infección respiratoria, fueron las causas que silenciaron para siempre su poderosa voz.

Sin embargo, la vida de O'Connor, más allá de la música, fue una batalla constante contra sus propios demonios. Si bien alcanzó la fama mundial en 1990 con su segundo álbum, "I Do Not Want What I Haven't Got", que incluía la desgarradora "Nothing Compares 2 U" – canción escrita por Prince que la catapultó al estrellato y le valió varias nominaciones al Grammy–, la artista nunca se sintió cómoda bajo el reflector de la fama.

Nacida en Dublín en 1966, su infancia estuvo marcada por dificultades que la acompañarían siempre. Con apenas 20 años, y tras un breve paso por la banda irlandesa "Tom Tom Macute", decidió labrarse su propio camino en Londres. Allí, su talento innato la llevó a codearse con figuras como los miembros de U2 y The Edge, colaborando incluso en la banda sonora del film "Captive". Su álbum debut, "The Lion And The Cobra" (1987), la consagró como una artista con una voz y una sensibilidad únicas, haciéndole merecedora de su primera nominación al Grammy.

El suicidio de su hijo Shane

Pero la tragedia que marcaría un antes y un después en su vida llegaría en 2022 con el suicidio de su hijo Shane, de tan solo 17 años. Sumida en un dolor irreparable, la cantante, que años antes se había convertido al Islam adoptando el nombre de Shuhada' Sadaqat, se vio incapaz de superar la pérdida. En una de sus últimas publicaciones en redes sociales, junto a una foto de Shane, escribió: "He estado viviendo como una criatura nocturna no muerta desde entonces. Él era el amor de mi vida, la lámpara de mi alma".

Sinéad O'Connor fue mucho más que una cantante excepcional; fue una artista que desafió las convenciones sociales y utilizó su voz, tanto literal como metafóricamente, para denunciar injusticias, hablar abiertamente sobre la salud mental y el abuso infantil, y defender sus creencias sin miedo a las consecuencias. Su legado, compuesto por diez álbumes de estudio, traspasa lo musical: Sinéad se convirtió en un icono de la lucha por la libertad individual y la expresión personal. Su voz, aunque hoy silenciada, seguirá resonando en la memoria de quienes se atrevieron a escucharla de verdad.