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Lucas y Andy, no todo son amores

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Andy y Lucas

Andy y Lucas / ÁLVARO MONGE

Laura Fa

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Los gaditanos Andy y Lucas vuelven a estar en primera línea después que su gran éxito, ‘Son de amores’, se haya convertido en uno de los temas tendencia en TikTok. El dúo, que fueron amigos en el instituto, parece que, pasados los años, su relación laboral es muy diferente a la que nos podamos imaginar.

Las Mamarazzis estamos enganchadas a ‘Son de amores’, pero no a la canción de Andy y Lucas sino a la versión coreografiada de la 'tiktoker' Lis Padilla. Lis, originaria del distrito de Huicungo en Perú y madre de cuatro hijos, nos ha enseñado a bailar el “amores que matan, pum, pum, pum” a golpe de cadera y sentido del humor. Su tutorial se ha viralizado y ya lo han visto más de 30 millones de personas.

Todo muy bien. Enhorabuena, Lis. Pero con este boom de ‘Son de amores’ hemos investigado un poquito en el mundo Andy y Lucas y nos hemos quedado a flipando. La realidad en la que vive Andy ni nos la podíamos imaginar. Este año, los gaditanos se despiden de los escenarios a causa de una cardiopatía que sufre Lucas. Será su última gira. Y Andy dejará de ser un asalariado.

'El pobre Andy'

Sí, sí, Andy es solo un asalariado. Es Lucas quien creó Lucas Entertaiment y quien gestiona todo lo relacionado con el grupo. En los conciertos, solo Lucas camina hacia el público y saluda a los fans. Andy siempre permanece en un segundo lugar. No puede acercarse hasta que recibe la orden. En las firmas y los 'meet and great' (encuentros con fans) es Lucas quien firma y atiende, y Andy quien, una vez más, permanece en un segundo lugar. En las redes sociales del grupo, es Lucas quien aparece hablando y quien las gestiona y Andy está casi desaparecido. Uno es el jefe, el protagonista, el líder, el que gestiona, el que paga y el otro, Andy, el que obedece y permanece oculto esperando órdenes.

Preguntando a muchos de los que han trabajado con ellos, nos explican a las Mamarazzis que el papel de subordinado de Andy acaba incomodando a los que presencian sus dinámicas de trabajo. Se refieren a él como ‘el pobre Andy’ y nos aseguran que, a pesar de lo extraña que es la situación, nunca le han visto quejarse. Él tiene claro que trabaja en una empresa, donde él no es el jefe, y cumple a rajatabla con lo que se le ordena.

Las Mamarazzis nunca nos imaginamos que la desigualdad entre ambos fuera tan exagerada. En las entrevistas, simplemente parecía que Lucas era mucho más extrovertido. Pero no. Esa no es la causa de su exceso de protagonismo. Lo es el juego de roles que llevan años representando y del que hasta ahora no éramos conscientes.

Llegados a este punto, y con la disolución del dueto cuando acabe este 2024, veremos si Andy es capaz de reinventarse y seguir una carrera en solitario. Ojalá lo pete y pueda campar libremente por los escenarios.

Karol G y una lección de sororidad

En el concierto de Karol G, donde Amaia Montero subió al escenario a cantar ‘Rosas’ (no hay nadie que no sepa de qué estamos hablando) quedó claro una vez más la frase que “solo las mujeres salvarán a las mujeres”. Amaia llevaba dos años sin actuar frente al público y, a pesar de que estuvo a punto de anular su aparición, en todo momento Karol G supo acompañarla. Ante las inseguridades de Amaia, la colombiana la llamó y estuvo pendiente de sus necesidades. Y sobre el escenario, su generosidad y empatía fueron clave. El especialista en lenguaje no verbal Jordi Reche (@jordi.reche) lo analiza a la perfección en uno de sus 'reels'. Tenéis que verlo. Gracias Karol por darnos a todos una lección de sororidad.