Crece la polémica tras las declaraciones de Elon Musk sobre su hija transgénero

La reciente paternidad de Elon Musk, quien hace un mes celebraba la llegada de su duodécimo hijo, ha quedado eclipsada por una polémica que expone la profunda fractura existente entre el magnate y su hija Vivian Jenna Wilson. Una entrevista concedida al controvertido psicólogo Jordan Peterson se ha convertido en el escenario de un nuevo ataque de Musk hacia la comunidad transgénero y la ideología "woke", a la que culpa directamente del cambio de género de su hija.

Las palabras de Musk, cargadas de dolor y resentimiento, han conmocionado a la opinión pública. El CEO de Tesla aseguró sentirse "engañado" al consentir que su hija, por aquel entonces llamada Xavier, comenzara un tratamiento con bloqueadores de la pubertad, un proceso que él relaciona directamente con su posterior transición. En la entrevista, Musk afirma que no se le explicó correctamente la naturaleza de estos tratamientos y asegura que le dijeron que su hija podría suicidarse si no se lo permitían.

"Mi hijo Xavier está muerto, asesinado por el virus 'woke'"

"Perdí a mi hijo, esencialmente. Lo llaman 'deadnaming' por una razón, porque tu hijo está muerto", declaró Musk ante Peterson, utilizando un término que se refiere a llamar a una persona transgénero por su nombre anterior a la transición. "Mi hijo Xavier está muerto, asesinado por el virus 'woke'", sentenció, en una afirmación que ha sido ampliamente criticada por su crueldad e insensibilidad.

Las declaraciones de Musk se enmarcan dentro de una cruzada personal que el multimillonario libra desde hace años contra la ideología "woke", a la que acusa de diversos males, desde la excesiva inclusión LGTBI en la industria del entretenimiento hasta una supuesta "agenda" en los colegios estadounidenses. Esta cruzada ha encontrado un nuevo frente en la propia familia del magnate, con su hija Vivian como blanco de sus ataques.

Mientras tanto, Vivian Jenna Wilson, quien legalmente cortó lazos con su padre el año pasado, ha optado por guardar silencio ante las agresivas declaraciones de Musk. La joven, que ha rehecho su vida utilizando el apellido de soltera de su madre, Justine Wilson, parece decidida a mantenerse al margen del ruido mediático y las controversias que rodean a su progenitor.

Este nuevo capítulo en la vida pública de Elon Musk pone de manifiesto una vez más su carácter impredecible y la complejidad de su personalidad. Un hombre que presume públicamente de su numerosa prole, pero que parece incapaz de aceptar y amar a uno de sus hijos tal y como es. Mientras Musk continúa su cruzada contra el "virus woke", la herida abierta en su propia familia parece seguir sangrando, recordándonos que el precio de la fama y el éxito puede ser terriblemente alto.