Juana Dolores, condenada a pagar una multa por escupir y amenazar a militantes de Vox

Un juzgado de Barcelona ha condenado a la poeta y dramaturga Juana Dolores a una multa de 300 euros por escupir y amenazar de muerte a militantes de Vox en una carpa que la formación política montó el pasado mes de marzo en la plaza Lesseps de la capital catalana.

En su sentencia, el juzgado de instrucción número 23 de Barcelona condena por un delito leve de amenazas a la artista, conocida por sus polémicas invectivas políticas, a la que afea que se erija en "adalid de la libertad de ideas" sin "respetar las ajenas".

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La sentencia da por probado que Juana Dolores se acercó el pasado 15 de marzo a una carpa de propaganda política que Vox había instalado en la plaza Lesseps de Barcelona y se dirigió a los militantes de la formación, con el ánimo de "menospreciarlos".

Mientras escupía a uno de los miembros del partido de extrema derecha, añade la sentencia, la poeta les increpó de forma "muy agresiva" con las expresiones: "No deberías existir, la clase trabajadora está hasta los cojones de vosotros, putos fascistas, os vamos a matar a todos".

En el juicio, recuerda el juez, la poeta y dramaturga admitió que había increpado a los militantes de Vox y justificó las amenazas con el argumento de que se trataba de afirmaciones "retóricas", al tiempo que invocaba la libertad de expresión y recordaba que es un "personaje público".

La sentencia reprocha a Juana Dolores que, "lejos de respetar" la libertad de expresión, "faltó no solo a la consideración y respeto que merece toda persona con independencia de que sus ideas no converjan con las propias", sino que además la "humilló" con actos "faltos de educación" como escupir o insultar.

"Ninguna retórica existe en dichas expresiones", añade el juez, que cree que el objetivo de la poeta era "amedrentar a sus destinatarios".

Por otra parte, la Audiencia de Barcelona ha confirmado otra sentencia que condenaba a una pena de multa de 120 euros a un hombre por un delito leve de amenazas por gritar y "pim pam pum, que no en quedi ni un" y "os quemaré la carpa" a una militante de Vox que repartía propaganda del partido en Badia del Vallès (Barcelona), en diciembre de 2021.

La sala considera que esas expresiones son "de claro contenido amenazante e intimidatorio" y que resultan "totalmente creíbles" porque fueron acompañadas de un acto físico consistente en agarrar de la solapa de la denunciante y alzar el puño con ademán de agredirla.