Britney Spears y Sam Asghari ya se han casado: ceremonia íntima, invitados vips y asalto frustrado

Después de un largo via crucis y de múltiples trabas, incluso el mismo día de la boda, por fin Britney Spears ha cumplido su sueño de casarse con su novio, el modelo, actor y entrenador personal Sam Asghari. La pareja de enamorados, de 40 y 28 años, respectivamente, se ha dado el 'sí, quiero', en Los Ángeles, en una ceremonia íntima a la que han asistido este jueves por la noche unos 60 invitados, con caras famosas como la de Madonna, Drew Barrymore y Paris y Kathy Hilton, según informa la revista 'People'.

Tan solo hace un mes que los recién casados perdieron el bebé que esperaban.

La publicación describe que la princesa del pop, que no ha invitado ni a su madre, Lynn, ni a su padre, Jamie, ni a su hermana, Jamie Lynn, por todo el sufrimiento que le causaron durante los casi 14 años de tutela legal que ejerció su padre; y solo ha querido que asistiera al evento su hermano, Bryan, llevó un espectacular vestido de novia de Versace y caminó hacia el altar mientras sonaba 'Can't help falling in love' de Elvis Presley.

Los hijos de la cantante, Sean Preston, de 16 años, y Jayden James, de 15, tampoco han asistido a la boda, pero están "felices" por su madre, ha comunicado el abogado de su padre, Kevin Federline.

"Estoy muy feliz de que por fin este día haya llegado y ya estén casados. Era algo que él deseaba desde hace mucho tiempo. Sam es muy cariñoso y solidario con todo lo que hace Britney", ha explicado el mánager del modelo a la revista tras la ceremonia.

Una boda que Spears lleva soñando con ella desde hace casi nueve meses, cuando mostró a sus fans su anillo de compromiso.

"Britney comenzó a planear y soñar con su boda poco después de comprometerse en noviembre", ha explicado una fuente a 'People'.

Asalto de su ex Jason Alexander

Lo que nunca podría haber imaginado es que uno de sus ex, Jason Alexander, a punto ha estado de arruinarle un día tan especial. El exmarido de la cantante ha intentado acceder a su mansión de Los Ángeles horas antes del enlace privado.

Alexander, quien contrajo matrimonio con la intérprete de 'Baby One More Time' en 2004 durante un viaje en Las Vegas (EEUU) pero firmó el divorcio 55 horas después, logró acceder a la casa de Spears y grabar los preparativos del enlace.

El hombre logró esquivar el perímetro de seguridad de la mansión, ubicada en el sur de California, y retransmitió en directo a través de Instagram su recorrido por los pasillos de la casa hasta que encontró una carpa decorada como una capilla para acoger la ceremonia.

Esposado y detenido

Allí, Alexander preguntó a un grupo de operarios dónde estaban Spears y su familia. "Britney Spears me invitó aquí. Ella es mi primera mujer, mi única mujer. Soy su primer marido. Estoy aquí para parar la boda", gritó a los agentes de seguridad mientras continuaba la emisión.

"Ha sido detenido esposado y arrestado por su repugnante mala conducta criminal", ha explicado el abogado de Spears, Mathew Rosengart, en un comunicado enviado a la prensa. 

Por fin libre

A finales del año pasado la Justicia de California puso fin a la tutela por la que el padre de la cantante llevó las riendas de sus finanzas y vida personal durante casi 14 años, una situación legal tan controvertida que derivó en escándalo internacional gracias a la insistencia de los fans de la estrella, unidos bajo el movimiento #FreeBritney.

La artista, que ha vendido más de 100 millones de discos, ha recuperado su autonomía y pronto podrá hacer uso de su patrimonio de 60 millones de dólares, una situación radicalmente diferente a la de hace unos meses, cuando tenía que pedir permiso para salir de casa, conducir o tomarse un refresco.

La primera decisión que tomó tras el fin de la tutela fue su compromiso con Sam Asghari, un bailarín al que conoció en 2016 durante el rodaje del videoclip 'Slumber Party', si bien no volvieron a encontrarse hasta cinco meses después. Y desde entonces han vivido juntos una historia de amor.