Julio Medem: "Hago publicidad por dinero y cine por devoción"
El autor donostiarra dirige un espot para una marca de cerveza y anuncia el inmimente rodaje de un "oscuro y potente" 'thriller' protagonizado por Úrsula Corberó y Álvaro Cervantes
Olga Pereda
Periodista
Especialista en Educación de El Periódico. A los mandos de la sección 'Mamás y Papás' y del Club de Educación y Crianza. Te mando cada viernes una newsletter con contenidos clave para afrontar la maternidad y la paternidad. Escribo en la sección de Sociedad y tengo alergia a la pseudociencia.
OLGA PEREDA / MADRID
Ha cumplido ya 58 años, pero no los aparenta ni de lejos. Fue atleta en su juventud y quien tuvo, retuvo. También cuentan los genes alemanes por parte de padre, que fue un tipo de planta estupenda. Julio Medem, que conserva la figura y el pelazo de cuando era el treintañero director de 'Vacas', también luce plena forma profesional. En septiembre empezará a rodar nueva película, está dando vueltas a una serie sobre pelotaris y acaba de presentar un anuncio para Amstel, 'El pelotari y la fallera', un corto de 20 minutos que explota los tópicos regionales. “Hago publicidad por dinero, está claro. El cine, por necesidad y devoción”, asume el director donostiarra, que se quedó tiritando (económicamente hablando) con 'Caótica Ana', cuyas deudas tardó varios años en pagar.
Medem, que si algo le define profesionalmente es la autoría y el sello personal, deja claro que la marca de cervezas le ha dejado libertad creativa. Consciente de que los tópicos regionales funcionan en cine (a él le gustó bastante '8 apellidos vascos'), ha apostado por conjugar dos temas. El primero, un homenaje a la profesión de los actores. Y el segundo, la romántica historia de una innovadora cocinera valenciana (Miriam Giovanelli) y un tradicional cocinero de Bilbao (Asier Etxeandia).
"COCINO CADA NOCHE"
A Medem se le dan bien los fogones. “Yo cocino la cena todas las noches. Y suelo hacer muchos menús vascos”. También se encarga de la compra. A eso se llama conciliar la vida laboral con la familiar. Sus dos hijos mayores son Peru, arquitecto de 28 años, y Alicia, de 24 y con síndrome de Down, en la que también se ha volcado. En 2009 produjo 'Yo, también', película que salió victoriosa del Festival de San Sebastián y que contaba la historia de amor entre un joven con Down y con un título universitario y una compañera de trabajo. Peru y Alicia son fruto del primer matrimonio de Medem, que hace 20 años se unió sentimentalmente con la directora de arte Montse Sanz. Ambos viven con Ana, de 13 años.
La publicidad forma parte del currículo de el autor de 'Los amantes del círculo polar'. En 2010 dirigió la campaña de promoción turística 'I need Spain'. Qué curioso que 'necesitara España' porque lo primero que hizo nada más terminar el espot (y cobrarlo) fue irse del país y poner rumbo a Los Ángeles. Estaba quemado después de 'Habitación en Roma', que tuvo, según los datos de una consultora, dos millones de descargas piratas en internet. Se fue por un año y se quedó tres y medio.
Volvió a Madrid después de que Penélope Cruz le llamara y le preguntara si tenía algún guion entre manos. Sí, que lo tenía: 'Ma ma', la historia de una mujer con cáncer de pecho. La taquilla en España fue floja, pero en el extranjero tuvo bastante tirón. “El año pasado me lo pasé viajando con la película: Miami, Praga, Londres, París, Italia. Todo el mundo la recibía con lágrimas en los ojos”, comenta el cineasta, que insiste en que a Penélope Cruz la quieren mucho fuera de nuestras fronteras. ¿Y aquí no? “Sí, también hay gente que la quiere. Pero ya sabe, este país…” España, sí. El mismo país que le lapidó a él tras 'La pelota vasca'.
EL "ODIO" DE MONTORO
Todo esto está olvidado y Medem afronta su presente con entusiasmo. Destila emoción por el inminente rodaje de 'El árbol de la sangre', “oscuro y potente" 'thriller' que rodará en Euskadi, Catalunya, Valencia, Alicante y Madrid con Úrsula Corberó y Álvaro Cervantes como protagonistas. La industria del cine tiene que seguir viva a pesar del Gobierno, incapaz de olvidar, en su opinión, el 'No a la guerra' del 2003. “El ministro Montoro odia el cine español, es evidente”, concluye con pesar.
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