UN ROSTRO HABITUAL DEL ESPAGUETI-WÉSTERN
Muere Craig Hill, marido de Teresa Gimpera
El actor norteamericano Craig Hill, un asiduo del espagueti-wéstern rodado en Almería, murió ayer en Barcelona, donde residía desde hace décadas. Tenía 88 años. Alto, atractivo, de impactantes ojos azules, en los últimos años Hill llegó a ser más reconocido por ser el discreto y educadísimo esposo de la actriz Teresa Gimpera. A la fotógrafa Colita, gran amiga de la actriz y modelo, le gustaba contar que cuando Craig Hill y su mujer entraban en un local público, Bocaccio sin ir más lejos, todas las vértebras de los comensales crujían al torcer la cabeza y seguir con la vista a la pareja. «Eran hermosos como dioses», solía decir.
Hill, nacido en Los Ángeles en 1926, cosechó un cierto éxito popular en los años 50 en una serie de televisión, se paseó por algunas películas notables como Eva al desnudo o Brigada 21, en las que apenas tuvo unas pocas líneas de diálogo, hasta que las producciones italo-españolas de los 60 en busca de tipos duros con buen aspecto le pusieron al frente de títulos como Cazador de recompensas, Lo quiero muerto, El ocaso de un pistolero, Quince horcas para un asesino o Los buitres cavarán tu fosa. En 1974 fue uno de los enamorados de ficción de Sara Montiel en Cinco almohadas para una noche y en la vida real también mantuvo un romance con una madura Marlene Dietrich.
Conocer a la que sería su esposa, Teresa Gimpera, durante el rodaje de una coproducción norteamericana en el lago de Garda, en Italia, a mediados de los años 60, transformó su vida de arriba a abajo. Poco tiempo después eran inseparables. El norteamericano se instaló definitivamente en Catalunya y paulatinamente, su actividad como actor fue espaciándose para pasar a ejercer como empresario -un restaurante en Begur y una agencia de modelos-
junto a Gimpera. La actriz se divorció de su primer marido, el editor Octavi Sarsanedas, padre de sus tres hijos, para casarse con el guapo norteamericano en 1990. A Hill se le pudo ver por última vez en el cine en un pequeño papel en la película de Oscar Aibar Platillos volantes.
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