Freixenet renueva su marca con una villa exclusiva para influencers

Son muchos los historiadores que afirman que en la Antigua Roma el gesto de chocar las copas representaba un símbolo de confianza cuya función era garantizar la ausencia de veneno en el vino. Por su parte, los lingüistas señalan que la palabra brindis proviene del alemán ‘bring dir’s’ que significa “te lo ofrezco”. Asimismo, las teorías más románticas sostienen que el acto de brindar surgió de la voluntad de disfrutar del vino a través de todos los sentidos, incluyendo el oído.

Su origen es incierto, pero su función actual es indiscutible: celebrar la vida. Y es justo bajo este lema que Freixenet ha querido presentar su ‘rebranding’. Un proceso con el que la productora de cava y espumosos catalana quiere celebrar sus 110 años de vida y, al mismo tiempo, posicionarse como una marca moderna, elegante y joven.

Esta renovación de la marca se materializó a principios de junio durante la celebración del 50ª aniversario de uno de sus cavas más emblemáticos: Cordón Negro. Freixenet aprovechó la ocasión para presentar su nuevo logotipo. Un diseño que se inspira en la fachada de mosaico de las Cavas Freixenet, en Sant Sadurní d’Anoia, y que luce con orgullo su peculiar ‘X’ en el centro como emblema de la calidad, el espíritu y la historia de la marca.

Una oda a la vida

Con esta nueva imagen y aprovechando la conmemoración de su 110 aniversario, Freixenet celebró hace unos días la Freixenet Villa Experience. Una acción mediante la cual la marca reunió a un total de 12 influencers de ‘lifesytile’ con el único objetivo de celebrar la vida. A lo largo de tres días, los creadores de contenido pudieron conocer más sobre la marca y sobre el mundo vinícola en un enclave único situado en pleno corazón del parque protegido del Garraf, a tan solo 40 minutos de las bodegas Freixenet.

Para poder explicar mejor el origen y la filosofía de Freixenet, la marca quiso empezar este viaje con una parada en las Cavas Freixenet, ubicadas en Sant Sadurní d’Anoia. Así, los asistentes pudieron descubrir los secretos más bien guardados de la bodega y degustar los mejores espumosos de la marca en la cava centenaria de la bodega, situada a 20 metros de profundidad. Además, se organizaron rutas con 4x4 y carros de caballos por los alrededores de las bodegas, en las cuales los creadores de contenido pudieron admirar la belleza del paisaje que ha sido testigo de la trayectoria centenaria de Freixenet. La jornada culminó con una velada de ensueño entre los viñedos que hoy dan fruto a las burbujas de la marca.

Tras la cena, los influencers fueron trasladados al enclave esperado. Una masía de nueva creación con piscina, ‘suites’ de lujo y un sinfín de detalles que hicieron de esta experiencia un verdadero sueño mediterráneo. Durante los días que duró la acción, los influencers tuvieron la oportunidad de degustar una amplia gama de cavas y espumosos con sello Freixenet. Al mismo tiempo, pudieron disfrutar de experiencias únicas, como clases de yoga y talleres florales y de cuidado personal, de la mano de otras marcas como Natura Bissé –especializada en el cuidado de la piel–, Born Living Yoga, Colvin y Calzedonia.

Una experiencia que se convirtió en una oda al placer, a la alegría y a la celebración de la vida. Estos tres valores han estado presentes en todo momento, desde las cenas y comidas ‘gourmet’ con maridajes exclusivos, hasta las fiestas de verano más memorables. De hecho, la noche del 19 de junio, la marca quiso celebrar, de forma anticipada, la noche de San Juan –que tradicionalmente se celebra la noche del 23 al 24 de junio– y lo hizo con una actuación en directo del reconocido DJ Cucut.

Con todo, Freixenet busca acercarse a un público más joven, poco familiarizado al hábito de beber cava en cualquier ocasión. Y es que el desconocimiento del producto ha llevado a muchas personas, sobre todo de generaciones más jóvenes, a relacionar el cava únicamente con momentos especiales como bodas, aniversarios y fiestas de Navidad. Sin embargo, el cava puede ser el acompañante ideal durante un aperitivo con amigos, una cena romántica o un ‘tardeo’ de verano.