BARRACA Y TANGANA

No te importa demasiado

Al contrario de lo que pensaba, se puede vivir sin saber cómo funciona la Champions y a qué delantero ha fichado el Rayo Vallecano

Enrique Ballester.

Enrique Ballester. / EP

Enrique Ballester

Enrique Ballester

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Tras dos pinchazos en dos salidas, con sus estrellas carentes de sintonía y al borde de una crisis catedralicia, el Real Madrid necesita a una persona: YO.

Nada, es broma. En realidad, obviamente no. El necesitado siempre soy yo. Leí hace poco que unos científicos han descubierto que la vejez no es un asunto progresivo, como se pensaba, sino que existen unos momentos determinados en los que da saltos agigantados. No sé si tendrán razón o no, pero la teoría me pareció de lo más verosímil viendo el sorteo de la nueva Champions. De golpe me cayeron unos cuantos años.

Porque no tengo mucha idea de cómo funciona la nueva Champions, pero lo peor no es eso. Lo peor es que no tengo ninguna gana ni intención de enterarme de cómo funciona la nueva Champions. No entendía apenas nada y la vida es demasiado corta para leer los manuales de instrucciones. Al contrario de lo que pensaba en mi juventud, se puede vivir sin saber cómo funciona la Champions y a qué delantero ha fichado el Rayo Vallecano. Ya me enteraré tarde o temprano, por inercia, y si no me entero ya preguntaré a mi hijo, que para eso están los hijos, para eso conviene tenerlos a mano. Porque un día eres joven y al siguiente eres tu madre preguntando a qué hora se juega el partido de la Champions.

A qué hora va a ser, mamá, a la de siempre (ahora creo que no, pero tendría que consultarlo).

Lo mismo me ocurre con todo lo que huele a novedad o supone un cambio: de entrada, interés mínimo. Lo mismo me ocurre con la mayoría de fichajes de este verano, que sabe más que yo cualquier niño. Es hasta bonito poner en la tele un partido y enterarte de súbito de que Munir está en el Leganés o Cillessen en Las Palmas. Es algo así como encontrarte por la calle a un amigo del colegio que hace tiempo que no ves y no te importa demasiado, pero te alegras porque está vivo y más o menos bien. Después se va y ya te olvidas de lo suyo hasta la próxima vez, y en paz, cada uno por su lado.

NEC completes transfer of goalkeeper Cillessen

Jasper Cillessen / EFE / JEROEN JUMELET

Porque hay algunos que con esto de los fichajes se agobian demasiado. Al principio del verano, en julio o por ahí, mi equipo estaba a punto de empezar los entrenamientos de pretemporada y todavía no había fichado a ningún futbolista. Salí una noche a dar una vuelta y me preguntaron tanto si iban a fichar a alguien, que llegué a pensar que de veras creían que a los responsables del club se les había olvidado que tenían que hacer una plantilla para la próxima temporada, que el presidente, el director deportivo y el resto de la secretaría técnica no se acordaban de que en agosto empezaba otra vez la Liga.

Pero empezó la Liga y teníamos plantilla. Seguramente, gracias a los hinchas que pedían fichajes a las cuentas oficiales del club en Twitter, en Facebook y en Instagram cada noche, cada tarde y cada día. Si no llega a ser por ellos, igual se les olvida.

Se habla mucho de los que lo dejamos todo para el último día, pero poco de los que lo quieren todo ya, el primer día. Y ahora no estaba pensando en lo de Mbappé con los madridistas, aunque podría. 

Suscríbete para seguir leyendo