La Champions abre una nueva era con un sorteo informático y 36 equipos

Una nueva Champions exige un nuevo tipo de sorteo. Los retoques introducidos en la competición obligan a cambiar el procedimiento para la distribución de los equipos en las liguillas, que conforman la primera fase de los tres torneos europeos: la Champions, la Europa League y la Conference League. El procedimiento manual y parcialmente informático se transforma, y pasa a ser simbólicamente manual y fundamentalmente informático para atender la complejidad de la remodelación de los tres torneos. Será un híbrido más digital que manual.

El sorteo de la Champions se celebra este jueves, 29 de agosto, y los de la Europa League y Conference League, el viernes 30. Los calendarios se conocerán el sábado 31. Los cambios son mucho mayores y más sustanciales que el mero aumento de los equipos (de 32 a 36), en ese movimiento táctico que ha realizado la UEFA para contrarrestar la amenaza de la Superliga. Las liguillas de la Champions y la Europa League se amplían a ocho partidos (y no seis), y los de la Conference serán seis, como hasta ahora.

La lista del 'software'

Las bolas seguirán existiendo, como los seres humanos que las irán sacando de la copa de cristal, y leyendo el nombre del equipo. A partir de aquí, empezarán a funcionar las máquinas a las que se ha dotado de un software para que elabore la lista de los ocho contendientes que tendrá ese equipo en la liguilla. Todo tendrá la supervisión de una empresa auditora que controlará que no exista ninguna irregularidad ni ninguna combinación errónea que eche por tierra el sorteo durante el proceso y hubiera que reiniciarlo.

Los participantes serán repartidos según el coeficiente UEFA: el campeón vigente y los ocho primeros en el vasija uno, y correlativamente, y por orden descendente, nueve en cada vasija hasta que estén repartidos los 36 equipos. El Girona, debutante, estará en la cuarta.

Se extraerá la primera bola y de entre las 81 combinaciones posibles, el programa elegirá aleatoriamente dos rivales de cada grupo. Pero con dos salvedades: no habrá un rival del mismo país (ninguno inglés, en este caso) ni tampoco dos equipos de otra federación (tres españoles o tres alemanes o tres italianos). La lista aparecerá inmediatamente en las pantallas a ojos de todo el mundo.

Doble control

Desde que una persona se extrae la bola y el ordenador arroja la lista de adversarios, el software habrá efectuado un doble control para que el resto del sorteo pueda completarse respetando esas dos consignas. A continuación se sacará la segunda bola y así sucesivamente hasta la última. Si el proceso fuera el mismo que en la versión actual, se necesitarían más de mil bolas, 36 bombos y el sorteo duraría más de tres horas.

Cada equipo, pues, se enfrentará en su liguilla con dos equipos de cada bombo, con lo que el índice de dificultad será similar para todos los participantes. Un total de ocho partidos. El software también decidirá los cuatro que jugará en casa y cuáles cuatro fuera y en qué orden. Pero eso no se conocerá el mismo día del sorteo, sino el sábado. Aparece entonces la segunda complejidad.

Primera jornada de tres días

El calendario tendrá en cuenta la composición más o menos equilibrada de cada jornada en función, también, de los operadores de televisión. Es decir, se tratará de evitar que coincidan cuatro partidos con ocho equipos del primer bombo, los más potentes, el mismo día. O que equipos de la misma ciudad coincidan el mismo día jugando en casa y a la misma hora. O que los equipos más potentes de cada país, como el Barça y el Madrid, que siempre jugaron en distinto día.

Las ocho fechas de la liguilla se reparten desde el 17 y 19 de septiembre, tres días dura la primera jornada, hasta el 29 de enero, jornada única para los partidos que sean decisivos. Los grandes equipos tendrán un margen de error superior respecto a las liguillas de seis partidos -caso del Barça que se vio apeado dos veces seguidas- pero cada punto y la cantidad de goles goles marcados serán importantes para determinar las posiciones en la tabla. Y también en la futura distribución en el cuadro de las eliminatorias.

Los recorridos de cada club por la competición serán particulares, porque los ocho rivales del Barça, pongamos por ejemplo, no son los mismos para todos ellos, no es una liga cerrada, sino abierta. Sucederá que los resultados de otros equipos influirán en la clasificación propia.

Eliminatorias dirigidas

La UEFA lleva años estudiando un modelo matemático que garantice la aleatoriedad del sorteo, con las limitaciones ya prescritas. Los ejecutivos que están detrás de este modelo estiman que, de media, con dos victorias y dos empates, se obtiene la clasificación para las eliminatorias.Tienen asumido que, tras el sorteo, y cuando se decidan los calendarios surgirán “teorías de la conspiración” sobre supuestos amaños y arreglos. También tienen asumido que en la ceremonia y el desarrollo del sorteo emerjan problemas y disfunciones imprevistas que deberán solucionarse en futuras ediciones.

Los ocho primeros clasificados pasarán automáticamente a los octavos de final y serán cabezas de serie en el siguiente sorteo. Del noveno al vigésimo cuarto jugarán una eliminatoria de ida y vuelta, nueva en el caso de la Champions: los ocho mejor clasificados de ese grupo serán cabezas de serie, y tendrán la ventaja de jugar el segundo partido en casa. Los ocho vencedores seguirán en liza para afrontar los octavos con los que ya tenía el puesto asegurado. Los ocho derrotados más los 12 últimos que quedaron de la liguilla estarán eliminados.