ATLÉTICO-GIRONA (3-0)

Las manos de Gazzaniga no sostienen al Girona

Un error de cálculo del meta rojiblanco brindó el primer gol al Atlético y volvió a fallar en el segundo en otro tiro desde fuera del área

Griezmann celebra el gol que anotó, que supuso el 1-0.

Griezmann celebra el gol que anotó, que supuso el 1-0. / Mariscal / Efe

Joan Domènech

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Tantas veces determinante para sostener la fabulosa trayectoria del Girona, también lo fue Paulo Gazzaniga para que el equipo cayera en la visita al Atlético con un par de errores que decantaron el fiel de la balanza. Rompió el meta con un error de cálculo el equilibrio que habría en el campo, despejando el terreno para que el cuadro rojiblanco se adelantara y pudiera jugar a lo que el gusta: gestionar el marcador.

Muchas veces ganó puntos, y anoche sus grandes manos no sostuvieron al Girona, como si lo hicieron en el campo del Betis, con el doble fallo del primer tiempo al tocar un balón con las manos fuera del área y encajar el trallazo de Griezmann en el palo que defendía en la falta, sin ver el balón hasta que se lo encontró encima. Gazzaniga cayó de rodillas, doblegado, con otro gran tiro de Marcos Llorente también desde lejos, después de que el equipo tolerara que el defensa corriera solo medio campo y nadie le atosigara para impedirle disparar. Más fácilmente marcó Koke, solo en el área de meta.

El Girona no impresiona

Dos acciones que se tornaron cruciales para el desenlace de un duelo de Champions, lo que no debería desesperar ni acomplejar al Girona tras sumar un punto en dos jornadas. El deseo de igualar la desventaja, como logró hacerlo en el campo del Betis, se adivinó imposible por el repliegue del Atlético y el entusiasmo de la hinchada al ver la pretoriana guardia de Simeone frente a un Girona sin pegada que no intimidaba

El Metropolitano abría sus puertas y ningún atlético faltó a la esperada cita, expectante ante el fabuloso equipo construido en el que Julián Álvarez se convierte en el nuevo referente, más allá del pastón que ha costado. A la primera ya desbancó al noruego Alexander Sorloth a quien el gol de Villarreal no le permitió aguantar en la titularidad.

Martínez Munuera amonesta a Gazzaniga en la falta que supuso el primer gol, obra de Griezmann

Martínez Munuera amonesta a Gazzaniga en la falta que supuso el primer gol, obra de Griezmann / Mariscal / Efe

El otro refuerzo mediático, Connor Gallagher, empezó sentado. Robin Le Normand, homenajeado como todos los medallistas futbolísticos de ambos equipos -también los gironins Miguel y Abel Ruiz- pasó desapercibido. Solo usó Míchel a Bryan Gil y Abel Ruiz de los diez refuerzos, como si los demás tuvieran que ganarse el derecho a jugar mientras aprenden los mecanismos del equipo en el campo de entrenamiento y desde la banda.

Y el equipo, en tanto que colectivo, ha perdido el poderío que exhibió con su triplete ofensivo. Tsygankov reapareció, pero muy lejos de su mejor forma y los primeros disparos de Abel desprendieron inocencia si se evoca a Dovbyk. Sacaba Michel unidades ofensivas y respondía Simeone amontonando hombres atrás, pertrechados en el área protegiendo a Oblak, que no es el que era y al que nadie del Girona le buscó sus debilidades.