Polémica

Berlusconi promete "un autocar de putas" a los jugadores del Monza si ganan a un club grande

El mandatario italiano hace una polémica promesa a sus jugadores durante una cena navideña del equipo

Silvio Berlusconi, en Roma

Silvio Berlusconi, en Roma / Cecilia Fabiano / LaPresse via ZUMA Press /dpa

Irene Savio

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El multimillonario Silvio Berlusconi tenía ganas de celebrar. Y el momento era ideal: la cena de Navidad del Monza, club del cual es propietario y que fue recientemente ascendido a la Serie A, la primera división del fútbol italiano. De ahí que el ambiente fuese más bien entusiasta. Hasta que finalmente Berlusconi se dejó llevar por su verborrea más zafia y le prometió a los jugadores "un autocar lleno de putas". Esta será la recompensa si, en la segunda parte de la temporada en curso, el Monza le gana a uno de los grandes equipos italianos, dijo.

"Hemos encontrado un nuevo entrenador, que fue seleccionador de nuestro equipo Primavera (equipo sub-19). Es bueno, simpático, amable y capaz de estimular a nuestros chicos", comenzó diciendo el controvertido multimillonario. "Yo también quiero dar un estímulo extra: ahora viene el Milan, el Juventus, etcétera... Si ganan contra uno de estos grandes equipos haré que les metan un autobús lleno de putas en el vestuario", soltó el octogenario magnate.

Luego se oyó una ruidosa carcajada de los presentes, entre los que también estaba Marta Fascina, su novia de 53 años más joven que él y que asistió a toda la escena en en silencio. No acabó ahí. Después de su promesa, Berlusconi continuó con su discurso, ahora para defender las decisiones del Gobierno de Giorgia Meloni, que su partido, Forza Italia, integra junto a las formaciones de extrema derecha Hermanos de Italia y la Liga.

Polémica en bandeja

La polémica estaba servida. Sus palabras corrieron como pólvora por las redes sociales y acabaron en las páginas en línea de diversos diarios italianos. En paralelo, el vídeo se convirtió en uno de los más vistos del día en Italia y algunos de sus opositores políticos no desperdiciaron la ocasión para criticarle.

"Qué asco. Qué triste", comentó Carlo Calenda, líder del partido centrista Acción. "Algunos dirán que aquí no hay nada nuevo. Lástima que él sea parte del Gobierno, por lo que me pregunto qué piensa de esto Giorgia Meloni, la primera mujer presidente del Consejo de Ministros (de Italia)", dijo Chiara Appendino, diputada del populista Movimiento 5 Estrellas. "Indecente", se quejó, por su parte, Laura Boldrini, miembro del Partido Democrático.

No sorprende. Porque no es la primera vez que Berlusconi capta toda la atención por su comportamiento. Es la enésima. Tanto es así que incluso su compra en 2018 del Monza estuvo marcada por la polémica, después de que dijera que solo quería a jugadores "sin barbas ni tatuajes". Algo que, por supuesto, luego no cumplió.

Victorias

Sin embargo, las controversias no pudieron impedir que el que fuera el propietario y presidente del Milán haya logrado, a base de abrir el monedero, el ascenso en tiempos récord del Monza, club que hace tan solo cuatro años se encontraba en la serie C.

La explicación tal vez pueda hallarse en que a Berlusconi tampoco le tiembla la mano cuando las cosas van mal. Ejemplo es lo ocurrido con el técnico Giovanni Stroppa, al que el magnate despidió después de solo cinco encuentros, para contratar a Raffaele Palladino, que actualmente dirige el Monza. Un equipo que hoy está décimo cuarto en el campeonato nacional italiano, nueve puntos por encima del descenso.