La Superliga de fútbol lucha por revivir ante el Tribunal europeo

La Superliga intenta revivir después de su efímera vida, apenas 72 horas de existencia. El proyecto impulsado por Florentino Pérez, presidente del Madrid, arropado por Joan Laporta (Barça) y Andrea Agnelli (Juventus) llega hoy y mañana al Tribunal de Justicia europeo (TJUE) donde se determinará si la UEFA ha abusado de su posición de monopolio.

Son dos días decisivos para saber si esa Superliga, en la que fueron abandonando, al menos públicamente, todos los socios fundadores, empezando por los grandes de la Premier, tiene futuro. O se queda, como hasta ahora, en un plan irrealizable de Florentino, que todavía defiende la continuidad del mismo, avalado por Barça y Juventus. Los demás han desaparecido. 

El Juzgado de lo Mercantil 17 de Madrid ordenó aplicar medidas cautelares frente a posibles sanciones de la UEFA y la FIFA, que actuaron con contundencia ante la revolucionaria idea de la Superliga. Y el caso fue enviado al TJUE para que determine su existe abuso de posición dominante de ambos organismos en su radical oposición a que se ponga en marcha el proyecto que permitiría a los grandes clubs gestionar directamente la competición, obteniendo así mayores recursos económicos evitando la intermediación de la UEFA.

El Tribunal de Justicia europeo deberá determinar en estas dos sesiones que se realizarán en Luxemburgo si la UEFA, por ejemplo, «abusó» de su condición de organizadora de la Champions League, así como la Europa League y la Conference League.

Nueve clubs abandonaron

 Tanto Florentino como Laporta han coincidido en indicar que la Superliga no está muerta, pero necesitan ambos el aval de los magistrados europeos. Atlético, Milan, Arsenal, Chelsea, Inter, Liverpool, Manchester City, Manchester United y Tottenham renunciaron de forma inmediata al proyecto provocando una profunda división en la elite del fútbol continental. Abandonaron firmando un documento para ser readmitidos, de forma inmediata, en la ECA(Asociación de clubs europeos), bajo el paraguas oficialista que le brinda la UEFA.

Solo quedan Madrid, Barça y Juventus peleando por el proyecto, apelando a la ayuda de la justicia europea, convencidos los tres de que podrán sortear la enorme oposición de la UEFA. A la Superliga le censuraban su carácter cerrado y elitista, por lo que los tres clubs que enarbolan la idea anunciaron que el nuevo formato de la competición sería, por lo tanto, menos exclusivo y mucho más aperturista.