Excursiones
La geografía española concentra gran cantidad de parajes montañosos muy recomendables para los amantes de la naturaleza
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1
Monte Gorbea (Euskadi).
Entre Álava y Vizcaya se encuentra uno de los picos más majestuosos del País Vasco, santo y seña del montañismo y su amplia tradición en esta región. El visitante podrá elegir entre las distintas vías de acceso y disfrutar de diferentes maneras la belleza del parque natural.
2
Ruta del Cares (Asturias).
La Ruta del Cares, en plenos Picos de Europa, es uno de los parajes más populares de Asturias. Con montañas escarpadas que generan impresionantes imágenes, el trayecto 12 kilómetros entre Caín y Poncebos se ha convertido en destino imprescindible para excursionistas. El punto negativo, que en los meses centrales del año está algo masificada.
3
Costa Quebrada (Cantabria).
Los abruptos acantilados de Costa Quebrada y las espectaculares playas de arena dorada y aguas claras 'salpicadas' en torno a ellos se han convertido en uno de los mayores atractivos naturales del Cantábrico.
4
Pico Gilbo (León).
El llamado 'fiordo leonés' está ubicado en torno al embalse de Riaño, en el extremo sur de los Picos de Europa. La belleza de las aguas y un reflejo inigualable hacen de esta zona un lugar a disfrutar, y con la tranquilidad suficiente para los que buscan alejarse del bullicio en sus vacaciones.
5
Sierra de Guadarrama (Madrid).
A menos de una hora de la capital, la cordillera que bordea la comunidad autónoma por su zona norte da lugar a parajes increíbles. La montaña de Peñalara es quizá su lugar más emblemático. Si vas a visitar esta zona, procura acudir a una hora temprana, ya que suele masificarse en las horas centrales del día.
6
Ordesa y Monte Perdido (Huesca).
Un parque nacional calificado como Patrimonio de la Humanidad según la UNESCO. Algunos de sus picos están a más de 3.000 metros sobre el nivel del mar. Sus profundos valles y barrancos conforman bellísimas estampas que no dejan indiferente a ningún visitante.
7
Monte Pindo (A Coruña).
Un macizo de más de 600 metros de altitud pegado a las costas de Finisterre. La ruta más popular consiste en nueve kilómetros de recorrido desde la villa pesquera de O Fieiro. Sus pistas forestales lo convierten en una delicia para todos los amantes del trekking.
8
Ruta de los Lagos de Saliencia (Asturias).
Exige una buena caminata de unos 14 kilómetros, lo cual aleja a los excursionistas menos avezados. Sin embargo, la recompensa final merece la pena, con unas sorprendentes acumulaciones de agua encajadas entre los picos montañosos. El recorrido se encuentra en las inmediaciones del municipio de Somiedo.
9
Vereda de la Estrella (Granada).
Con el Mulhacén y sus casi 3.500 metros de altura de fondo, este paraje rodeado de majestuosos árboles es uno de los principales atractivos de Sierra Nevada. Muchos lo consideran el sendero más bonito de la provincia. Sin duda, una buena alternativa al variado turismo que ofrece la zona.
10
Pasarelas del Vero (Huesca).
Si lo que se busca es una ruta fácil para realizar en familia, con niños o con personas con dificultades para las caminatas, esta es una de las mejores opciones. El cañón del Río Vero está completamente preparado para los excursionistas, con pasarelas creadas expresamente para facilitar el recorrido. Además, permite pararse en algunas de sus pozas para disfrutar de un baño, si las gélidas temperaturas del agua lo permiten.
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Monte Gorbea (Euskadi).
Entre Álava y Vizcaya se encuentra uno de los picos más majestuosos del País Vasco, santo y seña del montañismo y su amplia tradición en esta región. El visitante podrá elegir entre las distintas vías de acceso y disfrutar de diferentes maneras la belleza del parque natural.
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Ruta del Cares (Asturias).
La Ruta del Cares, en plenos Picos de Europa, es uno de los parajes más populares de Asturias. Con montañas escarpadas que generan impresionantes imágenes, el trayecto 12 kilómetros entre Caín y Poncebos se ha convertido en destino imprescindible para excursionistas. El punto negativo, que en los meses centrales del año está algo masificada.
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Costa Quebrada (Cantabria).
Los abruptos acantilados de Costa Quebrada y las espectaculares playas de arena dorada y aguas claras 'salpicadas' en torno a ellos se han convertido en uno de los mayores atractivos naturales del Cantábrico.
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Pico Gilbo (León).
El llamado 'fiordo leonés' está ubicado en torno al embalse de Riaño, en el extremo sur de los Picos de Europa. La belleza de las aguas y un reflejo inigualable hacen de esta zona un lugar a disfrutar, y con la tranquilidad suficiente para los que buscan alejarse del bullicio en sus vacaciones.
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Sierra de Guadarrama (Madrid).
A menos de una hora de la capital, la cordillera que bordea la comunidad autónoma por su zona norte da lugar a parajes increíbles. La montaña de Peñalara es quizá su lugar más emblemático. Si vas a visitar esta zona, procura acudir a una hora temprana, ya que suele masificarse en las horas centrales del día.
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Ordesa y Monte Perdido (Huesca).
Un parque nacional calificado como Patrimonio de la Humanidad según la UNESCO. Algunos de sus picos están a más de 3.000 metros sobre el nivel del mar. Sus profundos valles y barrancos conforman bellísimas estampas que no dejan indiferente a ningún visitante.
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Monte Pindo (A Coruña).
Un macizo de más de 600 metros de altitud pegado a las costas de Finisterre. La ruta más popular consiste en nueve kilómetros de recorrido desde la villa pesquera de O Fieiro. Sus pistas forestales lo convierten en una delicia para todos los amantes del trekking.
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Ruta de los Lagos de Saliencia (Asturias).
Exige una buena caminata de unos 14 kilómetros, lo cual aleja a los excursionistas menos avezados. Sin embargo, la recompensa final merece la pena, con unas sorprendentes acumulaciones de agua encajadas entre los picos montañosos. El recorrido se encuentra en las inmediaciones del municipio de Somiedo.
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Vereda de la Estrella (Granada).
Con el Mulhacén y sus casi 3.500 metros de altura de fondo, este paraje rodeado de majestuosos árboles es uno de los principales atractivos de Sierra Nevada. Muchos lo consideran el sendero más bonito de la provincia. Sin duda, una buena alternativa al variado turismo que ofrece la zona.
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Pasarelas del Vero (Huesca).
Si lo que se busca es una ruta fácil para realizar en familia, con niños o con personas con dificultades para las caminatas, esta es una de las mejores opciones. El cañón del Río Vero está completamente preparado para los excursionistas, con pasarelas creadas expresamente para facilitar el recorrido. Además, permite pararse en algunas de sus pozas para disfrutar de un baño, si las gélidas temperaturas del agua lo permiten.
