Hablemos del problema de la droga, hablemos del 'fantasy'

La nueva droga que domina las calles tiene varios nombres. Unos la conocen como Fantasy, otros como Comunio, también se la llama Biwenger. En cualquiera de estos formatos, su nivel de adicción es devastador: millones de personas se acuestan y se levantan pendientes de sus teléfonos móviles, porque tienen que comprobar si algún amigo ha pagado la clausula de rescisión de la estrella del equipo, o si la oferta que presentaron a las tres de la madrugada por ese delantero tan prometedor, tras calcular los costes y la capacidad inversora de los rivales, ha logrado convencerlo.

Esta temporada es la del despegue definitivo de este tipo de juegos, en los que se trata de reunir un equipo que logre superar los puntos de los del resto de participantes, generalmente los miembros de un grupo de amigos. LaLiga, que ha visto el negocio, está impulsando su propio 'fantasy', y como es lógico las redes sociales son una prolongación del campo de batalla de la aplicación.

Ha sido una semana especialmente estresante para los yonquis del fantasy, con tres jornadas de liga en apenas siete días. Y se ha notado sobre todo en X, que habitualmente acoge parabienes e insultos –muchos más de los segundos que de los primeros, por supuesto– contra los cronistas deportivos, cuyas puntuaciones de cada futbolista son decisivas para establecer quién gana en el juego. "Estás jugando con el pan de mis hijos", "me voy a borrar ahora mismo la aplicación", "no sé si estáis ciegos o algo"… Cómo se echan de menos estas hiperbólicas lamentaciones durante el erial veraniego. 

Marcos Llorente, jugador del Atlético, advertía tras el partido del pasado domingo del poder seductor de la droga del 'fantasy'. "Desconocía el fanatismo por este juego, pero he empezado a jugar yo y ahora lo entiendo todo", decía el futbolista. Curiosamente, los muchos puntos que logró con su partidazo no le beneficiaron a él en su liga virtual, sino a un amigo: "No he podido ficharme".

Vuelve Oasis, no sé si se habrán enterado. Resulta que los hermanos Gallagher no se podían ni ver, pero algo los ha llevado a hacer un esfuerzo postrero y a anunciar que el año que viene se subirán de nuevo a los escenarios –de momento a los del Reino Unido e Irlanda- para exprimir la nostalgia de quienes, de adolescentes, se maravillaron con himnos como 'Wonderwall' o 'Don’t look back in anger'. Serán 17 conciertos que aspiran a batir todos los récords que este año ha establecido Taylor Swift.

Pero lo más interesante de este inesperado retorno ha sido, en términos de redes sociales, la posibilidad de recuperar la interminable lista de impertinencias que Liam y Noel Gallagher han protagonizado, y también con qué arte se han insultado entre ellos. Muchas anécdotas han resurgido en X tras el anuncio de la vuelta de Oasis, pero vamos a centrarnos en tres. La primera: Liam había dicho en una entrevista que Paul McCartney era, como su hermano, "demasiado agradable". Liam y McCartney se encontraron en el Royal Albert Hall, y el 'beatle' le preguntó si le gustaban las margaritas. "Sí, pero no como a esta hora de la noche", le dijo. "Son bebidas, idiota", contestó McCartney. Gallagher pensaba que le estaba ofreciendo una pizza.

La segunda: cuando Bon Jovi explicó que durante una década Liam le llamaba a las tres o las cuatro de la madrugada para decirle que su música era una mierda, o simplemente gritarle 'Lionhead'. Cuando Bon Jovi le ofreció pagarle medio millón de dólares para que parara, Liam Gallagher simplemente le invitó a "comer mierda". La tercera: cuando, durante una entrevista en una televisión mexicana, en 2012, a Noel le preguntaron por enésima vez si Oasis iban a volver. "Se acabó. Y si alguna vez regresaran, no lo anunciaría en la televisión mexicana", respondió.

Pese a que, como se demostró en la Eurocopa, el fútbol sigue siendo un espectáculo de primera magnitud, amenazas como la Superliga o como el circo de la Kings League han aconsejado a la UEFA introducir novedades en su competición estrella, la Champions League. Y eso ha hecho que el sorteo que se celebró el pasado jueves haya desconcertado a quienes no fueran prevenidos de los cambios en el sistema de competición. En resumen –porque una explicación en profundidad no cabe en este espacio, y porque no es que sea una materia sencilla–, los equipos grandes jugarán más partidos y más pronto en el calendario contra rivales también grandes.

Pero la ceremonia que se celebró en Mónaco ha dado para muchos comentarios en las redes sociales. Quizás el sentir general pueda resumirlo un tuit de @AdrianVCF_: "El sorteo así es un lío de tres pares de pelotas y esto de hacerlo con un 'software' huele algo a caqui mili. Pero bueno, hay que reconocer que están saliendo buenos partidos".

Consciente de la expectación, y también del pitorreo que se iba a suscitar por la confusión que provoca el nuevo formato, la propia UEFA se adelantó a esta circunstancia con un vídeo que une a estrellas actuales y del pasado reciente explicando que no entienden nada de la nueva competición. Hasta que sale Zlatan Ibrahimovic, con fama de problemático, como el nuevo sistema, para dejarlo claro: "Es hora de cambiar. 36 equipos y no más grupos de cuatro. Cada equipo tiene ocho rivales direfentes, en lugar de solo tres. Así que la competición es mejor que nunca. Los fans se merecen más acción. Dales lo que quieren. Más fútbol. Diles que esto es la Champions League, donde los mejores del mundo vienen a competir. El fútbol nunca se para. Ahora vamos a ver cómo la mejor competición del mundo simplemente se hace mejor".