Consumismo consciente

¿Convertir una vaca en hamburguesas y bolsos o dejarla vivir? Una macabra campaña de moda deja esta decisión en manos de los clientes

El colectivo estadounidense MSCHF ha impulsado una promoción a largo plazo con la cancelación de pedidos como eje central

La moda 'low cost' crece un 21% a pesar de su impacto medioambiental

La vaca Angus, con el logo de MSCHF en sus aretes

La vaca Angus, con el logo de MSCHF en sus aretes / INSTAGRAM (@mschf)

Guillem Ortu

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El colectivo neoyorquino MSCHF (pronunciado 'mischief') es conocido por sus estrambóticas propuestas, que nada tienen que ver con los diseños de alta costura a los que estamos acostumbrados. Fundada en 2016 por Gabriel Whaley, esta firma de moda, con sede en Brooklyn, adquirió notoriedad a raíz del lanzamiento de las 'Red Boots', unos zapatos que emulaban el calzado que usan los personajes dibujos animados.

Pero el éxito de esta marca no solo radica en sus productos, sino en cómo los venden. La creatividad que evocan las creaciones de una plantilla de tan solo 23 trabajadores también se ve reflejada en campañas de márketing muy alejadas de lo convencional.

La última de ellas tiene como protagonista a una vaca bautizada como Angus, cuya vida está en manos del cliente: ¿Sacrificarla para fabricar cuatro bolsas de cuero y 1.200 hamburguesas o dejar que viva felizmente hasta su jubilación?

'Anticampaña' de márketing

A diferencia de lo que promovería cualquier otra empresa, la propuesta de MSCHF no se plantea con el objetivo de vender, sino todo lo contrario. En una evidente campaña animalista –algo macabra, eso sí–, el colectivo de moda ha puesto en preventa los productos que se fabricarán (si nadie lo impide) a partir de la vaca Angus. Con las existencias ya agotadas, los clientes que han comprado packs de tres hamburguesas (35 dólares) o un bolso bandolera de cuero (1.200 dólares) recibirán un 'Angus Token', sustituto temporal de su adquisición.

Los pedidos, a priori, se comenzarán a emitir a partir de 2026, cuando el animal ya haya cumplido los dos años reglamentarios para ser sacrificado. Y aquí es donde llega la vuelta de tuerca de MSCHF: "Los compradores pueden renunciar voluntariamente a su pedido para salvar a Angus. Si se renuncia a más del 50% de los pedidos anticipados, Angus será realojado en un hogar para vacas felices, y todas las ganancias de la venta financiarán su jubilación sin preocupaciones".

Por el momento, Angus va camino del matadero, ya que el contador de renuncias sigue estancado en el 0%. No obstante, hasta el 13 de marzo de 2026, fecha en que la vaca cumplirá dos años y la campaña llegará a su fin, todavía se puede revertir la situación. "Si quieres que Angus viva, desafiando al hombre y a la producción industrial, entonces tu camino es claro y comercial: compra Angus Tokens y entrégalos en el Portal del Remordimiento. El consumismo consciente realmente puede ganar esta vez", concluyen desde la firma de moda.

El remordimiento de jugar a ser Dios

La oferta de MSCHF contiene una evidente crítica a la explotación de recursos animales por parte de las industrias textil y alimentaria, tal como ellos mismos confirman al final del anuncio: "Angus estaba destinado al matadero desde el momento de su concepción. Sus circunstancias solo mejorarán con este proyecto. 'Nuestra Vaca Angus [nombre de la campaña] construye una situación artificial en la que el remordimiento se vuelve procesable", explican sobre una propuesta que "cumple la fantasía de los mecanismos de mercado para el cambio social".