Vandalismo por el clima

Así entraron los activistas en la mansión de Messi en Ibiza: "No hay agua en los pozos, pero su piscina está llena"

Tres activistas del colectivo Futuro Vegetal se cuelan en la mansión del futbolista argentino, construida en suelo rústico

Pintarrajean toda la fachada de la casa de Messi en Ibiza y consiguen entrar en la villa

Arrojan pintura a la casa de Messi en la isla de Ibiza

Agencia Atlas / Foto: Instagram

Ángela Torres Riera

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«No puede ser que los pozos de Ibiza estén vacíos y la piscina de Messi, llena», denuncia Bilbo Bassaterra, cofundador del colectivo de desobediencia civil y acción directa Futuro Vegetal. Él y dos activistas más accedieron durante la madrugada de ayer a la villa que tiene el futbolista argentino Lionel Messi en Cala Tarida (Sant Josep) para vandalizarla en un acto de protesta por la protección del medio ambiente .

«Entramos a las cinco de la madrugada -comienza a narrar el ecologista en conversación telefónica-. No nos vio nadie porque es una finca muy grande [ríe] y no hay vecinos». Los tres miembros de Futuro Vegetal entraron a la propiedad de Messi por un terraplén que conecta directamente con la villa, detalla Bassaterra.

Acto seguido, echando mano de varios botes de pintura lavable al agua de color rojo y negro, empezaron a teñir las paredes blancas e impolutas de la mansión. Todo esto, sin cubrirse el rostro. Su modus operandi implica, sobre todo, no esconderse, sino todo lo contrario: hacerse ver. «Entendemos que parte de lo que hacemos es asumir la responsabilidad de nuestras acciones», explica convencido.

En ese sentido, Basterra señala que, como activista, lo «complicado es encontrar el punto medio entre llamar la atención y no liarla parda». En esa ocasión, ha sido «sorprendentemente sencillo, pensábamos que iba a haber seguridad», continúa relatando. Sin embargo, no se toparon con ningún vigilante que protegiera la finca. Al cabo de un rato empezó a sonar la alarma, cuyo sonido perturbó la tranquilidad de la noche durante alrededor de una hora. «Nos quedamos dentro, esperando a ver si venía la Policía o un vigilante y nos tuvieran que identificar», prosigue, «y si nos hubieran tenido que detener, pues detenernos».

También, para esperar a que se hiciera de día y poder fotografiarse junto a las pintadas en señal de protesta que realizaron en la villa del jugador de fútbol. Y sujetando en los jardines, junto a la piscina, la puerta principal y las porterías que hay instaladas en un pequeño campo de fútbol, carteles con lemas reivindicativos: ‘Help the planet. Eat the rich. Abolish the police’ (’Ayuda al planeta. Cómete a los ricos. Abolición de la policía’).

Multas de 90.000 euros

La vivienda se levantó cometiendo infracciones urbanísticas en suelo rústico protegido, según determinó un informe realizado por el Ayuntamiento de Sant Josep en 2022. «Sabemos que nos enfrentamos a un delito de allanamiento de morada o a un delito leve de daños», apunta Bassaterra, que matiza, sin embargo, que desde Futuro Vegetal no la consideran una vivienda porque es «una construcción que no está dentro de la legalidad».

Hasta el momento, la multa más cuantiosa a la que se enfrentan asciende a 90.000 euros por colarse en las pistas de aterrizaje del aeropuerto madrileño Madrid-Barajas con el objetivo de protestar contra las medidas gubernamentales para la afrontar la crisis climática. Una acción por la que la Guardia Civil les atribuye los delitos de desorden públicos y daños contra la seguridad aérea. «Nos parece muy desproporcionado, creemos que nuestros actos están más que justificados en comparación con la grave crisis», justifica Basterra, «además, es libertad de expresión», añade.

El activista señala que en Ibiza, la situación medioambiental «es muy sangrante». Lo que sucede, por otra parte, en todos los territorios insulares. «La sequía y las olas de calor son dos de los principales problemas. Y la degradación medioambiental no tiene marcha atrás», enfatiza.

«Esta mansión es una construcción ilegal que el futbolista adquirió por la exorbitante cifra de 11 millones de euros. Mientras esto sucede, solo en Balears han muerto entre dos y cuatro personas como consecuencia directa de las olas de calor». Bassaterra explica que a alguien del colectivo se le ocurrió, el año pasado, entrar en la villa cuando descubrió que la construcción era ilegal. «Pero fue un verano intenso y lo dejamos para este», cuenta.

"Comerse al rico"

Los activistas rociaron de pintura, el pasado julio de 2023, la popa del megayate ‘Kaos’, propiedad de la heredera de la empresa estadounidense Walmart, Nancy Walton Laurie, y que estaba amarrado en el puerto de Vila.

También rociaron con pintura negra, durante la temporada pasada, las cerezas de la discoteca Pacha e irrumpieron en el beach club de lujo Blue Marlin de Cala Jondal con pancartas de protesta con el lema: ‘Your luxury our climate crisis’ (Tu lujo, nuestra crisis climática).

Los activistas denuncian que «el 1% más rico de la población mundial genera la misma cantidad de emisiones de carbono que los dos tercios más pobres de la Humanidad», pese a que son comunidades más vulnerables las que padecen las peores consecuencias de la crisis. «Es una paradoja: son los que más contaminan y menos sufren, por ejemplo, los cortes de agua», valora el activista.

Esta temporada, la segunda en la que ponen el foco en Ibiza para su lucha contra el cambio climático, han llevado a cabo una intervención con pancartas en el aeropuerto contra las emisiones y otra en una empresa hotelera cuya matriz pertenece a un empresario israelí y que acusan de apoyar las acciones militares de Israel contra Palestina.

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