Abro hilo

Tenemos que hablar de Biden, pero sin artimañas

La salud del presidente de EEUU, la Selectividad y el fin de curso protagonizan la semana en las redes

Meloni sale en auxilio de Biden tras su último despiste en la cumbre del G7

Meloni sale en auxilio de Biden tras su último despiste en la cumbre del G7 / CAPTURA VÍDEO ATLAS

Daniel G. Sastre

Daniel G. Sastre

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Desorientado, pero no tanto

Es casi imposible no haber visto el vídeo a estas alturas. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, está junto al resto de los líderes políticos más importantes de Occidente en la reunión del G7 en Italia y, en un momento dado, parece desorientarse, se aparta de los demás y camina hacia la nada. Giorgia Meloni, ultra pero bondadosa, se apiada de él y lo reconduce suavemente hacia el grupo.

No es la primera vez que le pasa; de hecho, los despistes en público, los lapsus y las gesticulaciones incomprensibles se han convertido desde hace meses en la principal preocupación del Partido Demócrata y de todos los que quieren que Biden, de 81 años, sea reelegido en las elecciones de noviembre. En febrero, un demoledor informe del fiscal especial Robert Hur sobre el manejo de documentos clasificados lo presentaba como un "anciano simpático bienintencionado con mala memoria" que exhibe "facultades mermadas".

Y evidentemente los rivales políticos del presidente de EEUU explotan esa debilidad. De hecho, se han especializado en una artimaña de la cual es ejemplo el vídeo de la reunión del G7: la manipulación del encuadre. Resulta que cuando Biden parecía desorientado en realidad no estaba mirando al vacío, sino a uno de los paracaidistas que habían participado en la exhibición en honor a los líderes políticos, pero un oportuno cierre de cuadro lo había dejado fuera de la imagen.  

Una de las cuentas del Partido Republicano en X (@RNCResearch, con casi 600.000 seguidores) se regodeó en las imágenes editadas, como ya ha hecho en otras ocasiones. Hace unos días, por ejemplo, cuando divulgó otro vídeo recortado en el que parecía que Biden iba a sentarse en una silla imaginaria, pero que en realidad sí que estaba allí. Todo indica que en la carrera hasta las elecciones al equipo de Donald Trump no va a importarle recurrir al juego sucio.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden. / LAP

Reaccionar a las notas

En la lista de nuevos formatos audiovisuales que a los 'boomers' les cuesta entender, los vídeos que muestran la reacción de una persona a algo que ha sucedido seguramente ocupan uno de los primeros lugares. En el canal de Youtube de Ibai Llanos, por decir un 'influencer' de los más conocidos, se le puede ver reaccionando a multitud de cosas: a la comida mexicana, a una nueva canción, a un vídeo de hinchas argentinos... En estos últimos casos, la pantalla se parte en dos y en una parte se ven las imágenes que Ibai está viendo y en la otra se ve su cara de estupor, de asco, de incredulidad, de lo que quiera transmitir en este momento. Todos estos vídeos tienen millones de visualizaciones.

Y si los 'influencers' han adoptado este procedimiento, ¿por qué no va a hacerlo también el común de los mortales? Hoy en día, quien tiene un móvil –es decir, todo el mundo– es un Steven Spielberg en potencia, así que la gente se lanza a subir a las redes todo lo que le pasa. Ahora mismo, la noticia en muchas casas en las que hay adolescentes es la Selectividad, y algunos usuarios se han dedicado a grabar a sus amigos o a sus hijos mientras les comunican, una por una, como si fueran la lista de una selección para la Eurocopa, las notas de sus exámenes.

 En X se han hecho hilos con las reacciones.

–Filosofía. 

–Ese me salió no mejor pero parecido. ¿Un 6,75?.

–Un 1,75–, habla un chico con un amigo.

–Educación Física. 

–Un 9. 

–No, un 7. 

–¡Qué estás hablando! ¡Me peleo ahora mismo con el maestro!–, dialogan una madre y su hija.

 Parece que, al menos, en muchos casos el trago de las calificaciones se hace más llevadero con este nuevo método.

Alumnado de la selectividad 2024, este martes en el campus Ciutadella.

Alumnado de la selectividad 2024, este martes en el campus Ciutadella. / Marc Asensio

Los regalos de la discordia

No vamos a volver al debate acerca de si Whatsapp es o no una red social; basta con asumir que esa aplicación de uso casi universal ha revolucionado las relaciones entre los padres de los niños que comparten curso. Es una herramienta muy útil para recordar a los despistados que mañana hay excursión, o que el próximo viernes –siempre son viernes o lunes– no hay cole porque es uno de los días que el centro puede elegir para que los profesores descansen.

Pero esos grupos se usan también para enviar mensajes menos directamente relacionados con la educación de los hijos. Hay clásicos imperecederos, como la ristra de "que se mejore" que aparece cada vez que un progenitor anuncia que su vástago se ha roto un dedo o tiene lombrices, o las decenas de "nuestro no" que surgen cuando alguien pregunta de quién es el jersey que ha aparecido en la mochila de Pablito.

Estos días, el gran asunto que se dirime en los chats de Whatsapp de padres es si hay que hacer regalo a la maestra o el maestro que tanto ha cuidado a los niños durante el curso. Es un debate con muchas aristas. ¿Ese esmero va incluido en el sueldo, o si el profesor lo ha hecho especialmente bien es lícito agradecérselo con un detalle? Y si lo es, ¿cómo debería ser ese detalle? ¿Hay que regalarle una jornada en un spa, un poco de placer adulto para que olvide por un rato a los 25 pequeños energúmenos con los que comparte sus días? ¿O hay que enfangar a los sufridos padres en que ayuden a sus hijos con una manualidad que quizás el docente no sabrá dónde poner?

Quien participe en estos grupos sabe que cualquier pequeña chispa puede convertir un apacible intercambio de consideraciones en un incendio devastador. Y el mensaje más insospechado puede prender la chasca que ponga el mundo a arder, para divertimento de quienes no se toman estas cosas demasiado en serio.

Una profesora da la bienvenida a sus alumnas y alumnos.

Una profesora da la bienvenida a sus alumnas y alumnos. / EFE

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