Abro hilo

Taylor Swift y los 'rogelios' del Santiago Bernabéu

Los decibelios de los conciertos, la mejoría de la sequía y el entrenador del Olympiakos, protagonistas en las redes

Información sobre las molestias de los vecinos del Santiago Bernabéu.

Información sobre las molestias de los vecinos del Santiago Bernabéu. / X

Daniel G. Sastre

Daniel G. Sastre

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¡Comunistas en el Bernabéu!

Lo más cómico de la semana -al menos para el 99,99999% de los españoles, que no viven frente al Santiago Bernabéu- ha sido ver cómo los adinerados vecinos del paseo de la Castellana de Madrid se convierten en peligrosos comunistas cuando ven vulnerados sus derechos. Esos pisazos con buzones rebosantes de nombres como Cayetana o Bosco parecen estos días la Columna Durruti, a juzgar al menos por las quejas del más famoso de sus residentes, que se ha abierto una cuenta en X con el nombre de @RuidoBernabeu. Desde allí denuncia cómo el estadio del Real Madrid se ha convertido tras la reforma del último año en un 'eventódromo' en cuyo entorno se superan casi cada noche los decibelios legalmente permitidos.

La última protesta de estos insurrectos llegó durante los conciertos de Taylor Swift de esta semana. Un vídeo desde el domicilio afectado da cuenta de cómo se oía dentro de esas cuatro paredes el 'Shake it off' de la cantante: dan ganas de ponerse a bailar, es cierto. Según los vecinos, las mediciones constatan que el nivel de ruido es muy superior al permitido, pero las multas del Ayuntamiento de Madrid de momento no están surtiendo efecto.

Otras voces del barrio se han alzado para unirse a la de @RuidoBernabeu. "A los vecinos de aquí nos ha destrozado la vida", se lamenta en redes sociales una compañera revolucionaria, de mechas rubias impolutas y pendientes de perlas. Y otro hilvana un alegato casi colectivista, y dan ganas de montar una barricada después de oírlo: "Lo que no puede ser es que la ciudad esté al servicio de un club privado. No puede ser que un estadio suponga una especie de maldición para la ciudad, que en nombre de la economía y del movimiento económico se sacrifique el bienestar y la salud de los ciudadanos que viven en esta zona". En esa zona, precisamente, hasta no hace nada eso eran discursos de 'rogelios'.

Concierto de Taylor Swift en el Santiago Bernabeu.

Concierto de Taylor Swift en el Santiago Bernabeu. / JOSÉ LUIS ROCA

Los yonquis del covid se pasan a la sequía

X, la red social que todo el mundo llama Twitter, sirve entre otras cosas para dar salida a las compulsiones de la gente. Y los acontecimientos que generan un interés general durante mucho tiempo son ideales para desenmascarar a los yonquis de las estadísticas. Sucedió con el covid: un legión de personas consultaba cada mañana los datos de muertos y de ingresados en las UCI, para horrorizarse primero con la escalada de víctimas y para alegrarse después con cada remisión de la pandemia.

En aquel tiempo en que todos fuimos más o menos expertos en curvas epidémicas y proyecciones geométricas surgieron numerosas cuentas de X que actualizaban los datos a diario. En Catalunya quizás la más famosa fue @CoronaDades que, por su constancia y rigor, se convirtió en visita diaria obligada para este tipo de adictos. Y, visto el fervor local por la información del tiempo, por ejemplo, estamos hablando de mucha mucha gente.

Pasó el covid y llegaron nuevas obsesiones colectivas. La última ha sido la sequía, que parece que también va remitiendo: este fin de semana los embalses catalanes llegan de nuevo al 30% de su capacidad, algo que no sucedía desde hace casi un año. Lo curioso es que la misma cuenta que ofrecía a diario las muertes y las mejorías de la pandemia se ha reciclado y en el último mes proporciona los niveles de agua las cuencas internas. Los que se enganchan fácilmente a este tipo de cosas ni siquiera han tenido que hacerse seguidores de nuevo; simplemente, les aparecieron los pantanos en sus 'timelines'.

Lo curioso es que el economista que lleva la cuenta todavía no ha cambiado ni la foto de perfil -un virus visto desde un microscopio- ni la información de inicio, en la que se sigue asegurando que el usuario dedica ese espacio a "actualizar los datos del coronavirus" en vez de los de la sequía.

El pantano de Escales, lleno, empieza a desembalsar agua

El pantano de Escales, lleno, empieza a desembalsar agua / MARTA LLUVICH / ACN

Traduciendo a Mendilibar

Esta semana ha sido indiscutiblemente la de Taylor Swift. Sus dos conciertos en Madrid han monopolizado la atención informativa. Han sido horas de imágenes de ella y de las swifties, y el ansia de pormenores sobre todo lo que rodeara a la estrella estadounidense nos ha permitido conocer incluso que algunas fans acudieron a verla cantar con un pañal puesto, para no perder una privilegiada posición en primera fila. Pero el miércoles, al menos por unas horas, un inesperado contendiente disputó a Swift el reinado en las redes sociales, hasta el punto de que la desbancó en el primer lugar de la lista de tendencias de X. 

El héroe que protagonizó la gesta es José Luis Mendilibar, entrenador de fútbol vizcaíno más bien agreste que en el año 2005 llegó al banquillo del Athletic de Bilbao. Desde entonces, con altibajos, ha dirigido a varios equipos de Primera División, como Osasuna, Alavés o Sevilla, entre otros. «España ha hablado, Mendilibar por encima de Taylor, el carajillo por encima del café del Starbucks, los callos por encima de la ensalada de remolacha, Varon Dandy por encima de Coco Chanel», resumió @jarenoviedo. Estos últimos meses Mendilibar los ha pasado en Grecia, donde entrena desde febrero al Olympiakos, uno de los grandes del país. Y ha sido en el banquillo del club ateniense donde ha conseguido un título europeo, que dicho así suena espectacular pero que no parece para tanto cuando se especifica que el trofeo conquistado es la Conference League, que a saber qué es.

Pero lo importante es que a los aficionados del Olympiakos sí consideraron que tenían que celebrar en las calles ese título. Y a Mendilibar, famoso por su verbo directo y abrupto, le tocó hablar desde el escenario. Lo que dijo, en castellano, fue histórico:«Viva la madre que os parió a tos los griegos». Detrás iba una intérprete que tuvo que traducirlo a la lengua de los hijos de Sócrates. Solo acertó a decir: «¡Es nuestra! ¡Es de todos los griegos!».

Mendilibar, en un partido del Olympiacos.

Mendilibar, en un partido del Olympiacos. / EP

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