Rifirrafe en un vecindario de Cáceres por unas "cornamentas"

Los líos entre vecinos están cada vez más de moda en las redes sociales, y no son pocos los conflictos vecinales que se han convertido en contenido viral. Una cuenta de Twitter lo sabe y nos da muchos ejemplos de lo graciosos y originales que pueden ser los rifirrafes entre los miembros de una misma comunidad. El pasado 8 de enero se publicó un nuevo caso protagonizado por un vecino o vecina muy molesto/a con el maltrato al mobiliario de su edificio en Cáceres.

En esta publicación, de la conocida cuenta sobre conflictos vecinales, se describe "Mientras tanto en Cáceres…" junto a dos fotografías. Las dos imágenes corresponden a la foto de la nota que han dejado los afectados en la zona común, seguida de la otra foto que presenta la puerta del Bajo-B rallada completamente por la silueta de lo que parece un toro, o dos cuernos:

"Parece ser que tenemos a una persona que entra en el edificio que debe de tener mucha afición por la tauromaquia y se ha dedicado a pintar cornamentas en la puerta del BAJO-B”, explica de forma anónima un vecino molesto.

Una acusación clara que ironiza con el sentido del arte del autor, a quién le sugieren exponer la puerta cuando acabe: “Cuando termine su obra de arte en el tiempo que considere oportuno que lo participe para donar la puerta a la Guardia Civil (propietaria de la misma). Por si lo estiman oportuno exponerla en algún museo o sacar a subasta tan hermosa obra de arte. Gracias”, añade.

Finalmente, la publicación de Líos de Vecinos ha sido el caldo de cultivo para que muchos usuarios opinarán sobre la situación afirmando necesitar saber como acaba la situación.

Unos tuiteros señalan que está totalmente fuera de lugar destrozar el mobiliario ajeno, mientras que otros directamente tuitean que el autor de este acto quizás está tratando de lanzar otro mensaje a través de esos cuernos. Un caso más que desde luego no dejará a nadie indiferente, como el de Nico, en la curiosa forma de despedirse de sus vecinos de edificio en Barcelona: "Habrá mucho ruido".