Gundogan y Musiala lideran el rodillo alemán

El aviso de Alemania en la primera jornada ante Escocia (5-1) iba muy en serio. La anfitriona es una de las grandes favoritas a llevarse el trofeo de la Eurocopa y así lo confirmó venciendo a Hungría. Por juego, resultados y un talento individual descomunal liderado por Musiala y Gundogan, esta selección lo tiene todo para saborear la gloria.

Lejos de amedrentarse tras el recital de los germanos en el partido inaugural, los de Marco Rossi dispusieron de las mejores ocasiones en los primeros minutos. Una indecisión de Kimmich obligó a Neuer a reaccionar rápidamente para evitar el gol de Hungría solo unos segundos después del pitido inicial. Antes de llegar al minuto 10, Bolla también avisó con un remate de volea que fue desviado a córner.

Alemania no tardó en despertar y respondió rápidamente. Kai Havertz tuvo una de las ocasiones más claras del encuentro, ganándole la partida a Orban y rematando desde el área pequeña, encontrando a Gulacsi en su camino. En el córner siguiente, Andrich cazó una volea que terminó siendo bloqueada por la defensa húngara cuando ya buscaba portería.

El tridente mágico

El dominio de los de Nagelsmann fue creciendo a la vez que su tridente mágico en la mediapunta sumaba apariciones. Moviéndose con libertad por todo el frente de ataque, Musiala, Wirtz y Gundogan son todo un arsenal de recursos ante defensas cerradas.

Siempre secundados por un Kroos impecable desde el pase para encontrarlos, los tres jugadores tienen todo lo que se necesita para brillar en la mediapunta: agilidad, visión, una técnica exquisita... Fue en esa zona donde nació el gol que abrió el partido, con una jugada entre Musiala y Gundogan que, tras la lucha del futbolista del Barça ante Orban, terminó culminando el del Bayern con un remate al borde del área pequeña.

De Neuer al VAR

A pesar de las protestas de los jugadores húngaros pidiendo falta de Gundogan, el tanto subió al marcador. La respuesta de los de Marco Rossi llegó por medio de su mejor jugador, Szoboszlai, que tuvo dos grandes oportunidades para anotar.

La primera, con un remate lejano de libre directo que obligó a Neuer a volar y la segunda, con un remate de volea con la izquierda dentro del área que Tah tapó in extremis. Hungría logró igualar el marcador al filo del descanso a balón parado por medio de Roland Sallai, pero el tanto fue anulado por fuera de juego previo.

Aparición de Gündogan

Ya en la segunda parte, Nagelsmann fue realizando cambios para oxigenar al equipo, dando entrada a Sané y Füllkrug. Los anfitriones insistían en buscar el gol de la tranquilidad y este acabó llegando con la participación, de nuevo, de sus dos mejores jugadores.

Musiala recibió en la frontal y limpió la jugada encontrando a Mittelstadt en banda izquierda para que el lateral pusiera un balón raso atrás, un caramelo en forma de centro que Gundogan remató a la red con la sutileza que le caracteriza.

El tanto cerró un triunfo que pudo ser más abultado, con Sané y Fuhrich disponiendo de ocasiones claras. Alemania sigue impecable en el torneo, con pleno de victorias, siete goles a favor y solo uno en contra en dos partidos y un fútbol que invita a pensar que estamos ante una firme candidata a todo.