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¿Hay riesgos con el retinol? Por qué Europa ha restringido su uso en cosméticos: guía para aplicarlo correctamente y alternativas
Un nuevo reglamento de la Comisión Europea regula por primera vez este aspecto en los productos de uso facial y corporal
Retinol, vitamina C y antioxidantes, ¿se pueden usar en verano?
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El retinol es un potente aliado para luchar contra el envejecimiento cutáneo. / 123RF
Por qué confiar en El Periódico Laura Estirado
Periodista
El retinol es una forma de vitamina A que se produce naturalmente en la piel. Se usa comúnmente en productos cosméticos para el cuidado de la piel, normalmente en concentraciones de alrededor de 0,05% a 2%. Bueno, esa era su definición hasta ahora, porque la Unión Europea (UE) acaba de regular por primera vez las concentraciones máximas de retinol que han de tener los productos cosméticos, tanto para uso facial como corporal. Así lo establece desde el pasado 3 de abril, cuando la normativa quedó publicada en el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE). En el nuevo reglamento 2024/996 de la Comisión Europea (CE), se establece que aquellos productos que popularmente se conocen como vitamina A (cuyo objetivo es, en esencia, retrasar el envejecimiento cutáneo), entre los que están el retinol, el acetato de retinol y palmitato de retinol, se podrán comercializar en todo el mercado europeo siempre y cuando no sobrepasen los nuevos niveles máximos exigidos.
En realidad, hace ya año y medio que el Comité Científico de Seguridad de los Consumidores (CCSC) había dictaminado que, si bien la vitamina A es segura en los productos cosméticos, debían limitarse hasta el 0,05% de equivalente de retinol (ER) en loción corporal y el 0,3% de ER en otros productos como los faciales.
"Pero como hay muchas marcas que han hecho lo que han querido, al final han tenido que restringirlo", afirma Helena Rodero, una de las farmacéuticas expertas en piel y cabello más populares en Instagram (con más de 1,2 millones de seguidores).
Sobreexposición
La experta señala que "han tenido que tomar esta decisión sencillamente porque hay un 5% de la población que puede estar sobreexpuesta al retinol", y no solo por el uso de cremas y sérums. "Se trata de una una suma. Además de la alimentación, si tú te estás tomando las pastillitas para ponerte morena, otras para la caída del pelo y unas terceras para el cansancio, podrías estar duplicando o incluso triplicando la cantidad segura de retinol o vitamina A. Y lo que han hecho ha sido asumir que puede haber una absorción a través de la piel de retinol, por eso restringen el porcentaje máximo y se acabó el problema".
Y es que una elevada exposición podría provocar síntomas como fragilidad de los huesos, sequedad de la piel o caída del cabello.
Por eso, la recomendación de Rodero es que si se toman varios complementos alimenticios revises lo que te estás tomando con tu médico o preguntes a tu farmacéutico de confianza".
Aunque el reglamento sobre el retinol ya está en vigor (desde el pasado 24 de abril), recoge un periodo de tiempo "razonable" para que la industria adapte la producción a las nuevas cantidades máximas. En particular mediante la introducción de los ajustes necesarios en las formulaciones de productos para asegurar que solo se introducen en el mercado aquellos que cumplen la nueva normativa.
La nueva normativa de la UE no se aplicará hasta el 1 de mayo de 2025.
¿Para qué se usa?
El retinol es un antioxidante ya que elimina radicales libres y protege al ADN de su acción mutágena, contribuyendo a frenar el envejecimiento celular. Permite mejorar el aspecto de la piel, combatiendo las arrugas (fotoenvejecimiento) y aclarando las manchas.
Los retinoides también se utilizan contra otros problemas de la piel como el acné y la psoriasis, según la Asociación Española de Dermatología y Venereología.
También se prescribe para otros problemas como las verrugas planas, la infección por molusco contagioso, las queratosis actínicas y algunas formas de ictiosis (piel seca y descamada).
¿Cómo aplicarlo en la cara?
El retinol está formulado normalmente como una crema o suero, que, preferiblemente se aplica por las noches. Si es la primera vez que usas retinol, o ha pasado un tiempo desde la última vez que te lo aplicaste, es mejor que empieces con concentraciones más bajas, dos veces por semana. Gradualmente podrás aumentar la frecuencia y concentración (el llamado 'proceso de retinización').
Al tratarse de un compuesto antioxidante que reduce la acción de los radicales libres sobre la piel, se puede utilizar cuando empieza a ocurrir este fenómeno, a partir de los 35-40 años, edad a partir de la cual la piel ya es madura.
Anna Fuster, 'skincare coach' y experta en dermofarmacia y formulación cosmética, así como cofundadora de la firma Two Poles, destierra algunos mitos sobre el retinol: "Si usamos retinol y exponemos nuestra piel a la radiación solar esto no genera manchas". En cambio, afirma, "el efecto que tiene en la piel es de retexturizar, engrosarla e hidratarla mejor desde dentro, reforzando la función barrera. Estimula la síntesis de colágeno y elastina".
También confirma que "el verano no es la mejor época para empezar a usarlo, ya que el proceso de 'retinización' sí que puede cursar con algún periodo de más rojez o irritación, dejando la piel más sensible frente al sol". Tampoco es la mejor época para subir la concentración.
Alternativas
Gracias a su elevada eficacia contra los signos de envejecimiento, el retinol ha desbancado al ácido hialurónico como activo más buscado y es el preferido de los profesionales. Sin embargo, se habla de una molécula "relativamente reciente" llamada bakuchiol, que funciona de una manera similar, disminuye las arrugas, favorece la síntesis de elastina y reduce los acúmulos de hiperpigmentación. Su gran ventaja, además, es que no se han observado problemas de hiperpigmentación con dosis elevadas, ni descamación, sequedad o irritación. Es apto hasta en pieles sensibles.
Puede administrarse durante el embarazo y la lactancia y no es fotosensibilizante ni fotosensible. Esto permite empezar a utilizarlo en cualquier época del año, por el día y sin necesitar acostumbrar la piel a su tolerancia.
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