La crisis blanquiazul

La crisis del Espanyol: ¿Es Luis García la solución que necesita el equipo?

El trío de analistas pericos de EL PERIÓDICO analiza el relevo en el banquillo blanquiazul

Luis García enciende al Espanyol: "Vamos a ser guerreros"

Luis García, en el RCDE Stadium.

Luis García, en el RCDE Stadium. / RCDE

El Periódico

El Periódico

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Acabó la etapa de Diego Martínez en el Espanyol y comienza la de Luis García, el fantástico exjugador perico que maravilló a la afición sobre el césped entre 2005 y 2011. Durante seis temporadas dejó su sello, tanto por su calidad como por su indudable carisma y compromiso. En los banquillos tiene poca experiencia, como es lógico a su edad (42 años).

Otros clubs como el Barça con Xavi o el Valencia con Baraja han optado por similares apuestas. La pregunta, con el equipo ubicado ahora mismo en la zona de descenso, está servida: ¿Es Luis García la solución que necesita el Espanyol? El trío de analistas pericos de EL PERIÓDICO se manifiesta.

Jose Real: Soldado de Luis García

Jose Real: Soldado de Luis García

Diego Martínez ya es historia del Espanyol. Un entrenador que no ha sabido sacarle partido a una plantilla que pese a las evidentes deficiencias que arrastra, no debía estar en la situación que se encuentra actualmente. Pese a todo, mis mejores deseos a una persona que ilusionó mucho en su momento y que siempre ha dado la cara en su corta estancia en can perico.

El presente (y el futuro) pasa por Luis García. Entrenador novel, sí, pero con una trayectoria futbolística inmaculada en nuestro club. Una leyenda, un tipo que pese a no ser canterano ni mamar espanyolismo desde la cuna supo entendernos y sentir lo que siente cualquier perico. 

Sabíamos que tarde o temprano el futuro del asturiano volvería a entrelazarse con el equipo de sus amores. Algunos pensarán que no es el momento. Seguramente no les falte razón, pero yo me declaro soldado de Luis García. Estoy convencido de que es un acierto. Él y solo él puede unir a la afición y provocar ese efecto revulsivo en un equipo que ahora mismo deambula por los campos de LaLiga. Y si tenemos que morir, que sea con uno de los nuestros capitaneando la nave blanquiazul

Judit Bertran: Bienvenido de nuevo, Luis Luis

Judit Bertran: Bienvenido de nuevo, Luis Luis

Diego Martínez nos cautivó a muchos desde el minuto uno pero, aunque nos duela, los resultados no han sido tan atractivos como prometía y su adiós ha sido inevitable. En los últimos partidos se ha evidenciado un gran problema de estrategia y, como él mismo ha dicho, aunque el equipo está muy cohesionado no se ha llegado al objetivo, aún.

El escepticismo ahora abunda, estamos en un limbo donde quedarnos en Primera o bajar a Segunda no está del todo claro y no podemos permitirnos dar un paso en falso. Y lo que necesita el Espanyol es a alguien que sienta los colores, a quien le duela y le afecte de verdad ver al equipo como está y remueva cielo y tierra para la remontada. Y quién mejor que Luis García.

Algunos dudarán de él por su poca experiencia, pero seguro que será la pieza clave para unir club y afición en un combo perfecto para avivar al entrañable Espanyol que luchaba siempre hasta el final. Tenemos fe. Bienvenido de nuevo, Luis Luis.

Miedo de que sea otro Gallego (el de 2019)

Miedo de que sea otro Gallego (el de 2019)

Luis García ya se había ganado al aficionado con sus insistentes proclamas de amor para empezar su carrera como entrenador en el fútbol base del Espanyol. Y solo faltaba su vídeo de presentación, el de "cuando hay problemas en tu casa y te llaman, vas rápido".

La evidencia de que el Espanyol es una empresa de capital chino gestionada a distancia a veces parece que lo lleve por dimensiones muy lejanas al runrún de la grada (el grito "directiva dimisión" hace tiempo que pasó a ser absurdo). A veces, parece que lo obligue a buscar gestos de implicación que suenan forzados (un Luis García que viene de Tercera RFEF) o que son reconfortantes (el comunicado contra los neonazis que se pasearon Girona). 

Lo de hoy huele a David Gallego, salvador en cinco partidos el 2018 y con el que se quedó en deuda sentimental y que volvió al banquillo en 2019 por aclamación en las redes para dejar el equipo cuesta abajo hacia Segunda.