"Les recuerdo a los responsables de Salud Laboral de TMB que el amianto no hace vacaciones"

En el metro de Barcelona, durante los años 2018-2022, se inventariaron unas 400 toneladas de materiales como: tuberías, techos, equipos eléctricos, equipos en trenes, etc..., en los cuales había presencia de amianto, conformando un peligroso inventario relativamente fácil de identificar y localizar, pero sujeto a un largo proceso tedioso y caro, sobre todo caro, en medios y recursos para su retirada segura.

Harina de otro costal y en esto quiero insistir mediante este escrito de denuncia: "el amianto no inventariado por sus características físicas finales de uso, que no menos peligrosas, desprendido ya en partículas (fibras) hacia el medio ambiente y superficies de las estaciones, túneles, salas técnicas...". Dichas partículas (fibras) son el resultado del desgaste de los frenos utilizados en el pasado en unos trenes de series determinadas durante una media de 16 horas cada día, en 15, 20 o más años. Recordemos que la palabra amianto ó asbestos, significa indestructible y esas partículas, por esa razón, siguen ahí.

Con este panorama, me planteo si los departamentos de Prevención y de Salud Laboral de TMB están realizando 'in situ' y en tiempo mediciones ambientales, más tomas de muestras en superficies de las estaciones y túneles sometidas a estas obras, además del propio Centro de Trabajo de Can Boixeres, donde se depositan toneladas de escombros, para la protección de los trabajadores del metro, de las empresas externas y de un barrio de L' Hospitalet de Llobregat poblado de gente.

Ah, y la posible respuesta de TMB para salir del paso con un: "ya se hicieron mediciones en el pasado", no sirve. ¿Se imaginan a un médico dando un diagnóstico actual de una enfermedad basándose en unos análisis de hace años? A menos que tengan algo que esconder, en no retrasar las obras 2024 y no tener que dar muchas explicaciones incómodas. Le recuerdo a TMB que el amianto no hace vacaciones.