Contenido de usuario Este contenido ha sido redactado por un usuario de El Periódico y revisado, antes de publicarse, por la redacción de El Periódico.

"Prohibir los móviles, no, aprender a usarlos, sí, y a no usarlos, también"

Personas hablando por el móvil en el paseo de Gràcia de Barcelona.

Personas hablando por el móvil en el paseo de Gràcia de Barcelona. / ALBERT BERTRAN

De los móviles se dicen muchas cosas: que como pasaba antes con la navaja, sirven para todo, te acompañan siempre; que funcionan como una prótesis, porque los llevamos siempre encima y son como una prolongación de nuestro cerebro; que destruyen el cerebro de nuestros hijos; que deberíamos prohibirlos en las escuelas...

Entretodos

Publica una carta del lector

Escribe un 'post' para publicar en la edición impresa y en la web

Sobre lo que se dice, muchos tenemos algo que añadir. Por ejemplo, nos sirven de espejo y lupa para ver las letras pequeñas, haciéndoles una foto. Como despertadores, entre otras muchas cosas más. Igual que la navaja en el pasado, estos dispositivos tienen muchas funciones. Hay pocas personas que no usen esta prótesis, este aparato, por eso, si quieres pasar desapercibido debes simular que consultas la pantalla o enganchártelo al oído.

No destruyen nuestro cerebro como algunos afirman, esto es una exageración alarmista. Aunque por su culpa, le dedicamos menos tiempo al aprendizaje y a la interacción social. Prohibirlos, no, qué tontería, aprender a usarlos, sí. Y aprender a no usarlos en determinadas situaciones: en una comida con invitados, en una clase cuando el profesor explica, en un paso de cebra...

Y ahora, una expresión rimando: "El móvil, ese aparato. Sirve para muchas cosas. Puedes hacerte un retrato y mirar fotos hermosas".

Participaciones de loslectores

Másdebates