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"Políticos no creíbles"

Muere Alfredo Pérez Rubalcaba a los 67 años, tras sufrir un ictus

En la antigüedad, uno de los primeros que empezó a hablar de credibilidad fue Aristóteles y, posteriormente, han sido muchos los intelectuales que han elucubrado sobre ella. Desde mi punto de vista, y ciñéndome de manera precisa al título que encabeza esta carta, lo más recomendable para considerar a un personaje público creíble o no creíble es no precipitarse. A veces, inducidos por el instinto, decidimos demasiado deprisa y, muy a menudo, este, nos traiciona. Lo mejor es analizar al político objetivamente y con el máximo rigor; leer con esmero sus declaraciones y programas políticos, y observar sus gestos y su manera de expresarse. Yo llegué a la conclusión de que, Alegría, Esteban, García-Margallo, Garrigues Walker, de Guindos, Herrero de Miñón, Iceta, Illa, Lluch, Peces Barba, Piqué, Revilla, Roca, Rubalcaba, Samaranch, Solana, Suárez, Tarradellas y Trias Fargas (por mencionar a unos cuantos) eran creíbles porque, en su día y durante mucho tiempo, los escuché y los observé con mucha atención. ¿Me resultaban creíbles porque no eran corruptos?, ¡no! : esto es impensable en este tipo de personas. Los consideraba creíbles porque todos ellos me inspiraban confianza. Para terminar, una confesión: no transcribo aquí la lista de los personajes políticos no creíbles porque es tan larga que no cabría en “Cartas de los lectores”. Nada que ver con escurrir el bulto.

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