"Unas nuevas elecciones, difícilmente harían variar la situación"

Por miedo al castigo, es decir, a la regañina, al suspenso o la crítica, los hijos obedecen, los alumnos estudian y los partidos se contienen. El miedo es un instrumento que usan los padres, los profesores, los políticos y los generales en las guerras. El miedo a las represalias paraliza y, cuando no llega a tanto, condiciona.

Ahora recuerdo un ejemplo de este miedo, en realidad recuerdo lo que me contaron: en una negociación entre dos partidos, uno de los negociadores, después de mantener una actitud muy antiespañola, salió de la reunión diciendo: "Espero que no digan ahora que soy poco catalán". Se pudo ver que los políticos catalanes tenían miedo a ser acusados de traidores.

Ahora, después de la elecciones, en Catalunya tenemos un partido claramente ganador, el PSC. Un partido que ha ganado a ERC y a Junts. Y un partido que tiene miedo, ERC. Este partido tiene miedo a facilitar la investidura del socialista Illa. No quiere ser acusado de poco catalán.

Difícilmente, unas nuevas elecciones variarán la situación relativa de los partidos principales. Mucha gente piensa que una repetición electoral solo le conviene a Puigdemont, aunque la probabilidad de alcanzar la presidencia es cero.