"Nacho Cano actúa como un niño consentido y echando balones fuera"

Hay muchas maneras de viajar a la luna sin despegar los pies de la tierra. Hay gente que vive en la luna y no se entera. Nacho Cano es un poquito de todo eso. El problema no es que sea amiguísimo de Díaz Ayuso, el problema no son sus ideas políticas, si es qué las tiene. El problema es qué, parece ser, ha tenido casi en un régimen de esclavitud a unos trabajadores suyos.

El problema es qué actuando como un niño consentido, como un pijo que se cree que puede hacer lo que quiera, no admite su situación y echa balones fuera, construye un relato victimista en el cual se le persigue por ser amigo de quien es amigo y creyéndose un Mesías ve en todo esto una conspiración sobre su persona, su trabajo, su esfuerzo, la conspiración de un gobierno, nada menos.

Naturalmente, es la justicia quien tiene que decidir si es inocente o culpable. Mientras tanto, nosotros podemos quedarnos con las canciones de 'Mecano' que nos hicieron vibrar: 'lo cortés no quita lo valiente', ¡colarnos en alguna fiesta' o 'suspirar porque me cuesta tanto olvidarte'.