Islamofobia: El miedo es humano, nos mantiene vivos

Leo estupefacto la historia de Ariadna Morales, estudiante de periodismo, que ha publicado en este diario y en la que se refleja una situación ya cotidiana en nuestros días: gente atemorizada ante la presencia de un individuo que se supone que es musulmán, "un hombre con  turbante [...] Lleva un maletín negro entre los pies y su mirada es dura", dice el texto.

Estoy de acuerdo al 100% con que el hábito no hace al  monje, y que ser de una religión determinada no te convierte en terrorista. Pero, reflexionemos, que es gratis. ¿Cómo se supone que debemos  reaccionar? Por desgracia, el número de muertos en EEUU y Europa a  manos del terrorismo yihadista, tienen consecuencias. La gente tiene miedo. Y el miedo, si bien no es bueno, es atávico, está diseñado para  proteger, desde tiempos inmemoriales, de las amenazas que podamos sufrir. El miedo, francamente, nos mantiene sanos y salvos, nos mantiene vivos.

Seamos responsables, todos formamos parte del mismo género humano. Por favor, señores envainen sus armas. No voy a despotricar de manera  injusta contra ningún refugiado en su agonía, de eso ya se encargó  previamente algún gobierno vendiendo armas mientras proclamaba aquel  "no a la guerra" tan usado en pancartas.

La gente tiene miedo y sí, a veces es irracional. Yo, por ejemplo, sentí mucho miedo cuando leí aquella noticia sobre que en Estambul abuchearon el minuto de silencio en memoria de  las víctimas de los atentados al grito de "¡Alá es grande!". Recuerdo la cara impávida del árbitro aguantando estoicamente la bochornosa escena. Podría decirse incluso que recordaría al mencionado hombre del turbante del metro. Es posible incluso que los dos se sintieran tristes y  atemorizados, al fin y al cabo, el miedo es algo humano y todos somos humanos. Al fin y al cabo.