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Imaginen a una mujer silbando por la calle a un hombre: "¡Qué culo tienes!"
Envíanos tu testimonio sobre Insultos machistas, comentarios sexistas, proposiciones, piropos no deseados...
"70 mujeres mueren al año víctimas de la violencia machista."
A mí, cuando leo un titular así, se me pone la piel de gallina. Pero aún me estremezco más cuando oigo otros comentarios: "Si visten así, no me extraña que las violen", "A ellas ya les gusta que les silben por la calle"", "Ellas también tienen la culpa de ser maltratadas; ¡no saben decir que no!"
Muchas mujeres no dicen nada porque no pueden. Su clamor queda amortiguado por el machismo en el que vive nuestra sociedad.
Y sí, muchos de ustedes no se darán cuenta, pero el machismo existe. Existe y está presente en millones de situaciones cotidanas que hemos llegado a normalizar.
Hagan un esfuerzo, solo por un día, de utilizar algo que a mí me gusta mucho: la regla de la inversión. Denle la vuelta a la situación. Allí donde está la mujer, pongan un hombre, y al revés.
Imaginen ahora un programa de televisión. La mujer bien vestida, con traje, presenta y dirige el concurso. El hombre medio desnudo, va desbloqueando paneles en una pantalla y enseña el premio a los espectadores. Solo sonríe y muestra pectorales. Sin abrir la boca.
Imaginen ahora a una mujer silbándole por la calle a un hombre: "¡Tío bueno! ¡Qué culo tienes!"
Imaginen un amigo diciéndole a otro: "¿Y este por qué viste así? Cómo le gusta provocar"
Son situaciones absurdas, ¿verdad? Pues igual de absurdas nos tendrían que parecer cuando están protagonizadas por el sexo contrario.
Y aún hay gente que se atreve a utilizar el término "feminazismo". Pues no, las feministas no queremos a las mujeres en un estado de superioridad respecto al hombre. Busquen bien la definición.
En lugar de atacar a las feministas, ¿por qué no luchamos todos por un estado de igualdad?