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"Elogio de la vida en los pueblos"

Urogallo en los Pirineos

Urogallo en los Pirineos / Pyrenees Parc National

Me levanto y doy gracias al cielo al contemplar ese paisaje que me sorprende cada mañana al despertar. Nací en un pueblo del Pirineo aragonés y, aunque sé valorar el encanto del mar, encuentro que cualquier paraje de aquí, a los que estoy acostumbrada a admirar, me produce un sentimiento especial, y, en ocasiones, difícil de explicar. Todo es más puro, se siente una gran paz y cualquier pequeña cosa es como un misterio digno de ser respetado y observado. Trato de entender que todo en el mundo tiene razón de ser y que todo es una enseñanza que forma parte de los interrogantes de la vida, de la magia de la existencia.

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Horacio, en su 'Beatus ille', una de sus composiciones más famosas, ya hacía un elogio de la vida campestre, apartada de las molestias e inconvenientes de la ciudad. Esos elementos a los que él hacía mención: sombra para el descanso, el canto de los pájaros, el susurro del agua que brota de las fuentes y esa tranquilidad de espíritu son los que descubro en mi pueblo.

Así, pues, también doy valor a lo que me aporta algo positivo en mi vida. El tema del descanso puede parecer un tópico o algo demasiado mitificado, pero aquí encuentro un silencio y un frescor en la noche que me ayudan a conciliar el sueño. Por la mañana no es menos, el amanecer con la atmósfera limpia y el sonido de los pájaros dista mucho de ese otro de la ciudad, que inevitablemente lleva a otros sonidos menos placenteros para el oído. Una de las cosas que más me atrae, cuando me dejo invitar por el descanso, es ponerme delante del ordenador y dejar mi mente libre, permitiendo que las ideas fluyan y me lleven por campos donde explorar mi infancia y mi juventud. Otras veces, surgen imágenes que van aflorando hasta llegar a una dimensión nueva, fruto de palabras que se entrecruzan en mi camino y que van liderando el escrito. En general, la naturaleza aparece sin estridencias ni desatinos, abriéndome el camino y permitiendo esa cohabitación con mi interior.

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