"No me discriminen por mis problemas de salud mental"

Hace ya muchos años que llevo luchando contra los estigmas sociales referentes a mi problema de salud mental, pero cada día hago un esfuerzo abismal para afrontarlos y pensar “Nuria, has de ser fuerte y decirte a ti misma que como estás hoy en día no has estado en la vida”.

De pequeña soñaba con hacerme mayor, crecer y ver mundo. Viajar y tal vez ver las estrellas. Cuando he estado ingresada, soñaba con hacer esos viajes, pero cuando los he hecho, he visto que el trastorno bipolar siempre ha estado conmigo, cogidos los dos de la mano. Como una garrapata o una pulga que no se puede quitar o separar del vestido que una lleva. Tal vez, solo tal vez cuando llegue a vieja, será cuando estos prejuicios de la gente sobre nosotros los discapacitados cambien. Tal vez.

Quién sabe, ojalá llegue el día en que no nos haga falta, y hablo en primera persona, tomar tanta medicación para sentirnos aliviados de nuestras patologías. Quizá, quizá, un buen cambio sería añadir más psicólogos a nuestra Seguridad Social, y no hacer tantos recortes. Porque no todos tenemos ni el dinero, ni el mismo tratamiento o enfermedad mental.

Tal vez sea bueno que, cuando haya un crimen, los medios de comunicación, tanto prensa, radio, como televisión,no le pongan al autor el sambenito de que era un enfermo mental. No se pueden imaginar el daño que nos causan a cada uno de nosotros, no tienen ni la más remota idea. Si todas las cosas fueran de un mismo color, y no hubiese contrastes, serían aburridas. En el mundo tenemos derecho a vivir todos; no sean cerrados de ideas, respeten a todos, no le den de lado, no me discriminen por ser como soy, por mi problema de salud mental. Por mi bipolaridad. Sean abiertos de mente. ¿Por qué aceptan antes a un cojo? ¿Porque lo ven?

Lo nuestro no se ve, pero lo sufrimos y padecemos a diario, nos impide a muchos trabajar, llevar una rutina normal, incluso tener familia. Díganme ahora, ¿mi vida es un chollo? Porque yo se la cambiaría por cualquiera de las de ustedes, ya que tomo casi 10 pastillas al día repartidas entre desayuno, comida y cena. No puedo casarme con el que es mi novio desde hace cuatro años para poder mantener mi pensión, que apenas llega a los 600 euros, y tampoco tener hijos, ya que no lo aconsejan los médicos. Aparte de ser bipolar tengo también esclerosis múltiple, por brotes, enfermedad que llevo más o menos bien y trato con Copaxone.

La parte positiva: estoy colaborando con la entidad Activament Gramenet y estoy bastante, pero bastante mejor. Allí encuentras gente súper maja, gente que lucha contra el estigma y el autoestigma de los problemas de salud mental. Todos ellos me han enseñado que son unos luchadores desde el momento en que descubrí esta entidad en Barcelona cuando yo buscaba alguien que me ayudase a promocionar mi libro.