"Dejemos que sean los hechos los que determinen la inocencia, o no, de Begoña Gómez"

Por supuesto, vaya por delante su indiscutible derecho a la presunción de inocencia, pero también el de los ciudadanos a conocer los detalles de esos hechos. Y la mejor manera de llegar a ese conocimiento es por medio de una investigación judicial que exponga públicamente, cuando un juez lo estime adecuado, todo lo acaecido en las diversas investigaciones realizadas por los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.

Lo que no se debería hacer nunca es erigirse en juez y parte, ni por aquellos que adoptan una defensa a ultranza sin el conocimiento total de los hechos que avalen esa confianza, ni tampoco por esos justicieros de brocha gorda que se creen estar en posesión absoluta de la defensa del país.

Hay que tener confianza en el poder judicial y respetar su independencia, al igual que se respetan los demás estamentos del Estado. Eso es la democracia.