Contenido de usuario Este contenido ha sido redactado por un usuario de El Periódico y revisado, antes de publicarse, por la redacción de El Periódico.

"El apagón informático nos pilló en Róterdam y regresamos en bus en un trayecto de un día"

Caos en el aeropuerto del Prat por una caída del sistema informático

Caos en el aeropuerto del Prat por una caída del sistema informático / Zowy Voeten

Nuestra familia fue una de las afectadas por el problema técnico del viernes 19 de julio, el llamado "mayor apagón informático de la historia", que dejó fuera de servicio, entre otros sectores, los aeropuertos. Nuestro vuelo fue cancelado, con el problema que dos de las personas que nos acompañaban tenían que estar en Barcelona, como muy tarde, el domingo día 21 para iniciar un viaje a Canarias que estaba confirmado que se iba a realizar. Desde el aeropuerto de Róterdam-La Haya no nos podían ofrecer vuelo hasta pasados unos días. Miramos otros medios de transporte: no encontramos billetes de tren, y la única opción fue emprender un viaje en autobús de Róterdam a Bruselas y allí coger otro con destino a Barcelona. La duración de este trayecto fue de un día, sin contar la espera de tres horas en Bruselas para hacer transbordo.

Entretodos

Publica una carta del lector

Escribe un 'post' para publicar en la edición impresa y en la web

Quiero aprovechar para agradecer a Transavia, compañía aérea neerlandesa, con quien fue imposible contactar en los primeros momentos del caos reinante en el aeropuerto de Róterdam-La Haya, sus mensajes informativos a partir de la mañana siguiente al incidente ocurrido. Posteriormente, nos pusimos en comunicación con ellos por el tema de cubrir gastos. Hace unos días, esclarecieron nuestras dudas, confirmándonos que podíamos enviar las facturas correspondientes al viaje en autobús y al hotel donde pernoctamos la noche del suceso que dejó fuera de servicio el avión con el que teníamos que regresar a nuestro destino.

La duración del traslado significaba un problema al ir acompañados de niñas de corta edad. Sin embargo, gracias a la paciencia de las pequeñas, todo discurrió con normalidad. También los dos mayores que íbamos, como personas acostumbradas a viajar, lo llevamos lo mejor posible.

Participaciones de loslectores

Másdebates