10 alimentos básicos para lucir un pelazo sano por dentro y por fuera

La falta de hidratación es una de las principales causas de la rotura y caída del cabello. María Baras aconseja beber entre 8 y 10 vasos al día. Además, activa el sistema circulatorio y nutre los folículos pilosos para que el pelo crezca fuerte y brillante desde la raíz hasta las puntas. Abusar de ella, en cambio, con lavados excesivos, puede oxidar la fibra capilar.

Naranjas, mandarinas, limones... son las clásicas, pero también el melón, la piña, el kiwi, los frutos rojos o las fresas. La vitamina C es básica para la producción de colágeno, uno de los responsables de una piel firme, sana y elástica, y también del crecimiento del cabello. Además, fortalece los folículos del cabello y ayuda a la absorción del hierro.

Nueces, anacardos, pipas de calabaza, almendras y cacahuetes; y semillas de girasol, de sésamo o de lino... Concentran grandes cantidades de vitamina E y biotina, que incentivan el crecimiento capilar y mejoran la elastina, una proteína que mantiene el cabello flexible y evita que se rompa. Además, son un 'snack' perfecto entre horas, o para llevar en el bolso.

Es el alimento de moda, pero es que además reúne un montón de propiedades muy beneficiosas para el cabello. Es una fuente de grasas saludables (el 77%) y vitaminas (A, B5 y B6, C, E y K), así como ácido fólico y potasio. Vamos, un cóctel de nutrientes ideal para restaurar el pelo dañado, suavizarlo, fortalecerlo y hacer que crezca más rápido y saludable, reduciendo, además, el encrespamiento y potenciando la densidad. ¿Quién da más?

Espinacas, y todas las verduras de hoja verde. es uno de los superalimentos del siglo XXI por ser ricas en vitamina A. Evitan el bloqueo de las glándulas sebáceas lubricando el folículo piloso. También contienen una gran variedad de nutrientes (ácido fólico, hierro, vitamina C, betacaroteno…) que aumentan su capacidad de renovación y de crecimiento.

Las legumbres tienen un gran aporte de vitaminas del grupo B y hierro, además de zinc, biotina y ácido fólico, todos clave para dar fortaleza y brillo al cabello. Además de oxigenar la piel y el cuero cabelludo, previenen la caída del pelo. Y lo mejor de todo es que son muy económicas y versátiles a la hora de cocinar, por lo que se puede experimentar con ellas para preparar guisos o ensaladas.

Es uno de los alimentos más ricos en vitamina B12 y es proteína en estado puro, por lo que mantiene fuerte el folículo piloso, ayudando a que no se rompa. El huevo también posee un alto contenido de biotina. Conocida como la vitamina de la piel, el cabello y las uñas, mejora la salud de las raíces del cabello y les aporta fortaleza. Esta vitamina también está presente en otros alimentos como la carne, el pescado, las fresas o el plátano. El huevo también se usa en cataplasmas tópicas, aportando un extra de brillo e hidratación al cabello.

Las crucíferas en general (brócoli, coles, coliflor…) son fuente de betacarotenos y vitamina C, indispensables para producir el colágeno que necesita nuestro organismo. Por su alto contenido en vitamina A y azufre, el brócoli también favorece la oxigenación celular en el folículo del cabello y previene el debilitamiento del pelo.

Los lácteos son ricos en calcio, un mineral vital para el crecimiento del pelo, e histidina, un aminoácido que ayuda a mantener la salud del cabello y lo protege de posibles afecciones como la caspa. La peluquera María Baras, por ejemplo, elige sobre todo el yogurt griego, porque "es una fuente increíble de vitamina B, que activa el flujo de la sangre. Pero si alguien tiene alguna intolerancia a este tipo de productos, puede sustituirlos por otros alimentos, como pescado azul, semillas, frutos secos y frutas como el kiwi y el higo.

Tan bueno para el paladar como para tu melena. Su alto contenido en vitamina B12 previene la sequedad y la caída del cabello, y los minerales que contiene (cobre, selenio, zinc...) estimulan su crecimiento y participan en la producción natural de queratina.