Educación sexual: por qué es importante impartirla en casa y en el cole

“La educación sexual, literalmente, salva vidas”. Psicóloga por vocación y sexóloga y terapeuta familiar y de pareja por convicción, Laura Morán concluyó con este poderoso titular su charla en el encuentro científico de Naukas, la semana pasada en Bilbao.

La educación afectivo-sexual vuelve a estar en los titulares después de que la ministra de Igualdad, Irene Montero, la haya defendido, una vez más, en el Congreso de los Diputados. Los partidos de la derecha -y muchas voces en redes sociales- han identificado su discurso con el de la pederastia, una corriente que no es nueva y que viene importada de EEUU, explica la psicóloga, sexóloga y terapeuta de pareja Mamen Jiménez, autora de 'Yo te lo explico', imprescindible manual para padres y madres sobre qué, cuándo, cómo y dónde hablar “de eso” con tu peque (Oberon).

La Organización Mundial de la Salud afirma que la sexualidad es un aspecto central del ser humano, presente a lo largo de su vida. El apocalipsis, auguró Morán en su charla, es la falta de educación sexual. Basta un ejemplo: las infecciones de transmisión sexual (VIH, clamidia, gonorrea..) han crecido en España un 84% en cinco años, según los datos de la empresa de tecnología especializada en salud Cegedim.

La divulgadora científica, autora de 'Orgas(mitos)', no solo habló del aumento de las dolencias de transmisión sexual sino de los problemas de salud mental entre los jóvenes que no encuentran su hueco en el mundo, así como las relaciones disfuncionales (control, celos y violencia) y el abuso sexual.

Ley educativa

La educación para la salud, incluida la afectivo sexual, es uno de los principios pedagógicos incluidos en los reales decretos que desarrollan la actual ley de educación ('ley Celaá', que entra este año en vigor en los cursos impares). En el anexo que disecciona la asignatura conocimiento del medio natural, social y cultural se menciona la importancia de conocer y tomar conciencia del propio cuerpo, las emociones y el desarrollo de hábitos saludables. La norma destaca que la educación afectivo sexual se adaptará al nivel madurativo de alumnos y alumnas.

Todos los especialistas en sexología recuerdan que “la educación sexual no es follología”. La educación sexual habla de cuerpos, de cómo nadie debe tocar a nadie sin su permiso, de tolerancia, respeto y afectividad…

La sexualidad infantil (somos seres sexuales desde que nacemos) no tiene nada que ver con la adulta, recuerda Jiménez. No hay erotismo, ni deseo. Simplemente, es exploratoria.

La autora de 'Yo te lo explico' precisa que la educación afectivo sexual no es impartir sexualidad adulta. Lo que sí se hace es “acompañar a los niños y las niñas en ese proceso para que tengan una actitud positiva y de respeto hacia ellos mismos y los demás”. La educación sexual -en algunos colegios se organizan talleres escolares fuera del currículo oficial- es científica y no está basada en opiniones personales. No se adoctrina, como acusa la derecha. Se educa, se enseña, se acompaña y se muestra.

Si no damos -tanto en casa como en la escuela- educación afectivo-sexual ("ya lo comprobarán los niños por sí mismos", suelen argumentar sus detractores) la consecuencia es que “los menores lo entenderán como algo oscuro, secreto, sucio y prohibido”, subraya Jiménez, conocida en redes sociales como @lapsicomami. “Si no se lo explicas tú, alguien lo hará por ti. la información le va a llegar, pero ¿qué información y cómo? La tele, publicidad, internet, otros niños y niñas…”, concluye.

Respecto a los políticos que no solo piden la ausencia de educación sexual en las aulas sino que, además, la relacionan con la pederastia, la psicóloga Morán explicó en su charla de Naukas que son “víctimas de su propia falta de educación sexual que les lleva a imaginar escenarios apocalípticos en caso de que se impartiera”.

La principal queja de sus detractores es que la educación afectivo-sexual incita a los niños y las niñas. En realidad, la sexualidad no se reduce a las relaciones sexuales y, además, la curiosidad es la principal motivación de los menores, cuya sexualidad es “socialización, afectos y comunicación”, explicó la divulgadora Morán. A pesar de la educación afectivo -sexual, como en el resto de asignaturas, se imparte en función de la edad de los alumnos y alumnas, los partidos de la derecha aseguran que son “inmaduros”. Morán respondió que la educación, precisamente, contribuye a su madurez. “¿Esperamos a que les pille un camión para que aprendan a cruzar en verde?”, ironizó.

Protegidos frente al abuso

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La información es protección. Jiménez subraya que los niños que, entre otras cosas, conocen el nombre real de las partes de su cuerpo (deberíamos huir de los cursis eufemismos para nombrar la vulva y el pene) están más protegidos frente al abuso sexual. Una buena educación afectivo-sexual contribuye a que sean adultos saludables y que tengan una vida sexual sana cuando sean mayores. “Palabra de psicóloga”, concluye la autora de 'Yo te lo explico'.