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Dieta paleo: qué es y cómo puede beneficiarte

  • Esta dieta, erróneamente relacionada con comer casi exclusivamente carne, se basa en la eliminación de productos que pueden ser perfectamente prescindibles para el ser humano

Un plato de carne y espárragos con tomate.

Un plato de carne y espárragos con tomate. / El Periódico

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Begoña González

La forma de comer de los humanos ha ido adaptándose y evolucionando con el paso de los años. La hiperdisponibilidad de los productos ultraprocesados y frescos en todas las épocas del año permiten infinitas combinaciones a la hora de sentarse a la mesa. Esta accesibilidad sin límites ha provocado que muchas personas elijan habitualmente productos no del todo saludables. Para hacer frente a esta situación han surgido multitud de dietas o movimientos que pretenden educar o informar a los consumidores.

Una de estas opciones es la dieta paleo. Basada en el consumo de alimentos similares a los que se podrían haber consumido durante la era Paleolítica, que data de hace aproximadamente 2,5 millones años hasta hace unos 12.000 años, momento en que se empieza a practicar la agricultura, pretende eliminar productos que pueden ser perfectamente prescindibles para el ser humano. A simple vista, esta forma de comer parece un retroceso evolutivo, pero correctamente pautada resulta una opción saludable y rica en nutrientes.

Al hablar de dieta paleo, erróneamente suele pensarse en una dieta restrictiva a base de carne. Pero lo cierto es que eso solo es así en imágenes fantasiosas y ciematográficas, ya que en realidad, se suelen incluir carnes magras, por supuesto, pero también pescado, frutas, verduras, frutos secos y semillas. Es decir, alimentos que en el pasado se podían obtener mediante la caza y la recolección. Así, los únicos alimentos que se eliminan de la dieta paleo son aquellos que se volvieron comunes a partir de la agricultura como lácteos, legumbres, azúcares refinados y derivados del grano así como pseudocereales como las semillas de chía o el amaranto.

Es un estilo de vida

“Existe el mito de que solo comemos carne, pero nada más lejos de la realidad, de hecho comemos mucha fruta y verdura”, asegura Françoise de Valera, cofundadora de la marca de nutrición deportiva WIN IT y seguidora de la dieta paleo. Así, es importante destacar que aunque surgió en Estados Unidos, donde es muy conocida, “llegó a España aproximadamente hace cinco años muy ligada al Crossfit”, explica. Es por tanto algo más que una restricción alimentaria. “La paleodieta hace referencia a un estilo de vida. Le da importancia a la actividad física, el descanso, los ritmos circadianos… es algo que va más allá de la comida”, explica el dietista-nutricionista deportivo, Albert Martínez.

En su mayoría, se eliminan del consumo alimentos como procesados, ultraprocesados y este perfil de alimentos que quedan excluidos del patrón paleo. Algo que es en esencia muy positivo, pues es de sobras conocida la alta presencia de ingredientes innecesarios y perjudiciales, o por lo menos no beneficiosos, para la salud. “Sobre todo se evitan los cereales por los efectos que tienen en los niveles de insulina”, asegura De Valera.

Aún así, no hay un patrón único de dieta paleo. “Hay una serie de tribus que basan su alimentación en carbohidratos y son paleo, así que no necesariamente significa comer carne o no comer hidratos”, asegura Martínez. “Por otro lado, las fuentes de carbohidrato algunas contienen gluten y pueden tener carácter inflamatorio, algo que se evita con la dieta paleo, ya que las fuentes de hidratos consumidas no provienen del cereal, sino que son por ejemplo patatas, boniato, tapioca o frutas”, añade el nutricionista. Estos alimentos aportan además altas cantidades de fibra, por lo que los efectos son además beneficiosos para el tránsito intestinal.

Falta de nutrientes

Por otro lado, existe la preocupación de poder sufrir falta de nutrientes derivada de eliminar alimentos pero no es algo habitual. “Lo importante es pautarla bien, informarse o acudir a un profesional para que la dieta sea equilibrada y no falten nutrientes”, explica Martínez. “Yo llevo 16 años y sigo viva”, bromea De Valera. Así, se puede concluir que una dieta paleo bien pautada y equilibrada es apta para todos los públicos. “La clave es la planificación”, zanja Martínez. “Debe adaptarse a cada persona, su ritmo de vida y estilo de vida”, añade.

Evidentemente cualquier persona que pase de una dieta pobre en alimentos de calidad y rica en procesados o refinados, notará una gran mejoría por el simple hecho de abandonar esos productos que no aportan nada. Pero de cara al rendimiento deportivo se ha demostrado que puede ayudar a mejorarlo si se pueden cumplir los requerimientos de macronutrientes necesarios.

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“Obviamente cuando se hace deporte se necesita una ingesta de carbohidratos más elevada que personas con menor ritmo deportivo, pero eso es fácil de cumplir con alimentos paleo”, explica De Valera cuya marca se dedica a comercializar geles y suplementos con carbohidratos aptos para dieta paleo a base de miel, sirope de tapioca o de dátil. Su caso es un modelo de inspiración para muchos ya que al meterse de lleno en la dieta paleo consiguió un peso saludable que mantiene desde entonces y consume más hidratos que otros colegas que practican su mismo deporte, el trail, para poder cumplir sus entrenamientos semanales y rendir al máximo.

Entre los beneficios, destacan sobre todo las digestiones más ligeras y la reducción del consumo de alimentos procesados así como los picos de glucosa provocados por los azúcares. Pero en este caso, como en las cuestiones que afectan al cuerpo, los beneficios dependen mucho de cada persona y sus rutinas.