Proyecto 'Looking up'

QUIZ: Cielos del Eixample, del resto de Barcelona y del mundo

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Carles Cols

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Cuando el francés Gauvin Lapetoule se hizo barcelonés, descubrió que el Eixample es un microcosmos en el que se hablan un par de centenares de idiomas, un lugar en el que pueden convivir en la misma calle, a veces pared contra pared, joyas del modernismo y ejemplos de la arquitectura más banal, una cuadrícula que es capaz de ser a la par asfaltada y arbolada, un distrito que no solo es una ciudad dentro de otra ciudad, sino que es (disculpen la redundancia) una ciudad encima de otra ciudad, porque las ‘remuntes’ de Barcelona son un caso quizá sin equivalente en otras partes, a no ser que esas partes sean las del comic de ciencia ficción. Descubrió, en definitiva, que en el Eixample hay de todo un poco, salvo algo que en su Moulins natal, una minúscula ciudad en mitad de la Francia más bucólica, nunca falta: horizonte. Pues tiene razón.

La selección de fotografías que encabeza este texto es una suerte de juego de adivinanzas. Diviértanse. Forman parte de una de las varias facetas creativas de Lapetoule. A falta de horizonte, que en el Eixample se limita a lo que se puede intuir a lo lejos a través de los escasos 20 metros de anchura de las calles, decidió mirar en otra dirección. ‘Looking up’. Mira arriba. Así etiqueta en las redes sociales esa singular obra que, con el tiempo, ha hecho internacional, porque cada vez que viaja lleva a cabo ese ejercicio, apuntar con su cámara al cielo. El resultado es, como poco, sorprendente. No es fácil situar sobre un mapa cada foto. El margen de error es enorme.

El álbum de fotos que encabeza el texto verán que es mudo. Algunos techos son reconocibles. Los primeros, y esto es una pista, son del Eixample. Vienen después otros de otras fincas de Barcelona. Y al final, varios del mundo. Si se mezclaran como un mazo de cartas, salvo dos o tres muy reconocibles, el resto serían un mayúsculo reto de adivinación. Nosotros les damos una pista, a ver si así resulta más sencillo.

La fachada de los edificios es, a su manera, el dni arquitectónico de cada construcción. Puede que incluso sea más que eso, puede que sea el genoma que lo clasifica cara al público dentro de una u otra corriente, este es modernista, ese es ‘noucentista’, aquel es brutalista y el de más allá, racionalista… Opina Lapetoule que los techos y las cúpulas son a menudo e elemento más excéntrico de una obra arquitectónica. Son elementos más pictóricos que funcionales, como una licencia que se permite el autor.

Antes de afincarse en Barcelona a mediados de la pasada década, Lapetoule era ya fotógrafo, pero sin una especial querencia por la arquitectura. Dicen que los esquimales tienen cuatro palabras distintas para referirse a la nieve, según si está ya en el suelo o todavía cae lentamente del cielo, o si vuela en mitad de una ventisca. El paisaje modela el lenguaje. Puede que el paisaje de Barcelona modele la mirada, y no necesariamente solo en el sentido más artístico. Lapetoule es tan barcelonés que anda ya por la media docena de mudanzas, un nomadismo inmobiliario que, aunque incómodo, le ha permitido ver con otros ojos su arquitectura.