1.200 metros cuadrados

El ayuntamiento destinará a vida vecinal la calzada de la Diagonal entre Girona y Sant Joan

El ayuntamiento encara el reto de limpiar de 'trastos' los alrededores de la Sagrada Família

La nueva Diagonal invita a redescubrir con otra perspectiva la genialidad de Jujol

La calzada 'cul-de-sac' de la Diagonal, entre Girona y Bruc.

La calzada 'cul-de-sac' de la Diagonal, entre Girona y Bruc. / ZOWY VOETEN

Carles Cols

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El Ayuntamiento de Barcelona ha adquirido una suerte de compromiso con los vecinos de la Dreta de l’Eixample y de la Sagrada Família para que esos 1.200 metros cuadrados de tierra de nadie que han creado las obras del tranvía en la Diagonal, entre el paseo de Sant Joan y la calle de Girona, se destinen a usos comunitarios y bajo ningún concepto se confirmen los temores de algunos residente, en alerta por si se pretendía emplear esa calzada sin tráfico en un improvisado aparcamiento de autocares turísticos. Será todo lo contrario.

La prolongación de la red del TramBesòs desde Glóries hasta el paseo de Sant Joan ha creado, hasta que no se conecte con el TramBaix, una rareza, nada menos que todo un tramo de la Diagonal sin ningún tipo de tráfico. Es un 'cul-de-sac' al que durante la fiesta mayor de la Dreta de l'Eixample ya se le dio un primer uso. Se instalaron allí parte de las paradas de alimentación y artesanía de la Fira Modernista. Ese es el modelo a seguir, actividades vinculadas al barrio. Por lo pronto, el ayuntamiento tiene previsto instalar bancos y jardineras para hacer más amable el lugar.

La Diagonal, durante la Fira Modernista de la Dreta de l'Eixample.

La Diagonal, durante la Fira Modernista de la Dreta de l'Eixample. / ZOWY VOETEN

La iniciativa, en cualquier. caso, forma parte de un plan mucho mayor con el que el ayuntamiento prevé dar un empujón comercial a todo el tramo de la Diagonal que durante los últimos años se ha visto afectado por las obras del tranvía, o sea, entre Glòries y la calle de Girona. Han crecido generosamente en anchura las aceras. El aspecto del lugar es el de un caramelo desde el punto de vista comercial, pero las persianas cerradas son abundantes. A contrarrestar esa situación destinará el ayuntamiento 240.000 euros de aquí al 2026. Una ayuda extra en este sentido será el hecho de que a finales de año está previsto que los convoyes del tranvía comiencen a transitar por fin con pasajeros. La apertura o no de las tiendas a la vista de ese despertar, en cualquier caso, dependerá de las iniciativas privadas, no directamente de la labor municipal, que solo podrá audar desde fuera. ¿Cómo? Por ejemplo, una de las decisiones ya acordadas es que ese tramo de la Diagonal se ilumine con luces las próxima Navidad igual que el resto de ejer comerciales de la ciudad. Otra medida en cartera es programar ahí actividades de calle que inviten a descubrir esa Diagonal quizá desconocida por muchos barceloneses.