Partículas nocivas

La estación de control del aire del Eixample amplía la detección a más gases contaminantes

El ozono troposférico importado está implicado en más del 60% de muertes por este gas en Europa

El ruido y la contaminación disparan el riesgo de enfermedad mental en niños y adolescentes

Estación de medición de calidad de aire ubicada en la confluencia de Avenida de Roma y calle Comte d'Urgell

Estación de medición de calidad de aire ubicada en la confluencia de Avenida de Roma y calle Comte d'Urgell / Ángel García

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La estación de control de contaminación del aire situada en el distrito del Eixample de Barcelona incorporará tecnología para ampliar la detección de más gases nocivos, los llamados emergentes, que hasta el momento no están contemplados en la normativa existente.

La Generalitat ha informado este martes de la ampliación de esta estación ubicada en la confluencia de Avenida de Roma y calle Comte d'Urgell, en uno de los barrios con mayor tráfico de coches y donde se registran uno de los mayores niveles de contaminación. Esta estación, precisamente, es la única en toda España que inclumplió en 2022 el límite legal europeo, al alcanzar una concentración de 42 microgramos por metro cúbico (µg/m3). La máxima concentración permitida está establecida en 40 µg/m3 desde el año 2010.

Esto permitirá identificar los niveles de partículas ultra finas, los de especiación química de partículas en tiempo real, además del análisis de sulfatos, nitratos, amonio (NH4), compuestos orgánicos y metales.

Las cabinas de control ya cuentan con detección de niveles de gases contaminantes ya legislados como el dióxido de azufre (SO2), dióxido de nitrógeno (NO2), monóxido de carbono (CO), ozono troposférico (O3), partículas de diámetro inferior a 10 micras y a 2,5 micras -PM10 y PM2,5-, benceno (C₆H₆), metales, hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAPs), y carbono negro.

La gestión de esta gran estación la llevarán de manera compartida el Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural, la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB) y el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua del CSIC, que se encargará de vigilar los compuestos emergentes.

La incorporación de esta nueva tecnología se adapta a la nueva Directiva europea.

La estaciones de control del aire en Barcelona

En Barcelona hay diez estaciones de control de la contaminación atmosférica gestionadas por la Generalitat, que miden la concentración en el aire de los principales compuestos que afectan la calidad del aire en distintos puntos de la ciudad.

Además de vigilar la evolución de la calidad del aire en la ciudad, también se evalúa la exposición de la población a la contaminación y su impacto en la salud.

Las situadas en áreas con un grado de urbanización elevado y lugares de influencia directa de las emisiones de los vehículos se denominan estaciones urbanas de tráfico (UT) y son las del Eixample, Universidad, y Gràcia-Sant Gervasi.

Las que no tienen una fuente clara directa son las estaciones de fondo urbano y son las de Palacio Real, Zona Universitaria, Sants, Parque de la Ciutadella (IES Verdaguer), Poblenou, y Vall d'Hebron.