Queja desatendida

Los vecinos de Muntaner con Aragó, hartos del ruido, cuelgan señales de tráfico

Una campaña vecinal reclama cambiar un molesto nuevo semáforo en la calle Muntaner de Barcelona

La señal reivindicativa, sobre los semáforos de Muntaner.

La señal reivindicativa, sobre los semáforos de Muntaner. / MANU MITRU

El Periódico

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La desesperación no ha mermado la inventiva de los vecinos de la calle de Muntaner, esquina con Aragó. El nuevo juego de semáforos que a principios de año instaló el Ayuntamiento de Barcelona para agilizar el paso de los autobuses urbanos no ha sido entendido aún por gran parte de los conductores de vehículos particulares que bajan por esa transitada calle. Con los coches a menudo situados en el carril equivocado, los cláxones no hacen más que sonar. Día y, aunque poco, pero no por ello menos molesto, de noche. Los afectados han pasado a la acción. Han colocado una señal de tráfico. Prohibido tocar el claxon.

No es esta la primera medida (por decirlo de algún modo) original que emprenden estos vecinos. Semanas atrás pusieron en marcha una campaña de change.org para que el área de movilidad del ayuntamiento revirtiera la situación. Visto que no les hicieron caso, han colocado la señal.

¿Cuál es el problema? En su origen, los responsables municipales de movilidad querían resolver el problema que afecta a los buses que bajan por Muntaner. Al llegar a Aragó, el volumen de vehículos situados en el carril de la derecha, porque quieren hacer el giro, causaba un acordeónico tapón que hacía perder al bus el semáforo en verde. El remedio fue copiar lo ya ensayado en la calle de Balmes, a la altura de la Diagonal. Con un triple semáforo, pasa primero el bus, mientras en el segundo carril por la derecha aguardan los coches que quieren girar por Aragó. Parece fácil de entender, pero desde detrás del parabrisas no todo el mundo lo tiene claro. Los conductores, ya sea porque están en el carril equivocado o porque no ven que el semáforo está en rojo, tocan el claxon. A veces con insistencia. En realidad, eso no resuelve nada, pero lo hacen, sin tener presente, sobre todo, que esa señal acústica la instalan los fabricantes de vehículos con el sobrentendido de que será empleada en carretera en casos de extrema necesidad, no a escasos metros de una vivienda.