A 135 metros de altura

La Sagrada Família, esa 'Biblia de piedra', ilumina los tetramorfos dedicados a los evangelistas

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Carles Cols

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Han sido bendecidas primero con una misa e iluminadas después al caer el sol. A partir de ahora, las cuatro figuras de mármol blanco que coronan desde octubre cuatro de las torres de la Sagrada Família, formarán parte con todos los honores y liturgia necesaria del templo expiatorio, concebido por Antoni Gaudí como una suerte de escrituras bíblicas de piedra. Las figuras representan a los evangelistas Juan, Mateo, Marcos y Lucas tal y como aparecen descritos en el Apocalipsis.

Un águila representa a Juan, un león es la imagen icónica de Marcos, un toro referencia a Lucas y, por último y más confuso, un ser alado es la figura colocada en honor a Mateo, un ser que, según los teólogos, no debe ser confundido con un ángel.

La Sagrada Família ilumina por primera vez las cuatro torres de los Evangelistas

La Sagrada Família ilumina por primera vez las cuatro torres de los Evangelistas. / Ariadna Comas / ACN

Tras la bendición, las figuras han sido iluminadas, pero el juego de luces que cada noche podrán ver los vecinos y visitantes no es el que en principio está previsto cuando concluyan las obras del templo, en una fecha incierta antes de 2030. Las figuras están montadas sobre un poliedro. El propósito es que desde el interior de cada uno de esos pedestales salga un haz de luz que ilumine la cruz que coronará la torre central de la Sagrada Família, dedicada a Jesús.

Los tetramorfos contemplan la ciudad desde 135 metros de altura. La torre central alcanzará los 172,5 metros de altura cuando cubra aguas.

El origen de las cuatro figuras

La inclusión del águila, el toro, el león y el ser alado entre todas figuras esculpidas de la Sagrada Família y, sobre todo, el hecho de que estén situadas en un lugar preferente merece echar la vista atrás brevemente a la historia del arte.

Su descripción aparece de manera muy onírica en las distintas versiones del Apocalipsis, el último de los libros del Nuevo Testamento. Son descritos, en ocasiones, como bestias con decenas de ojos. Cuando en el siglo IV se estableció por fin un canon de la Biblia, de alguna manera se abrió la veda para su uso en el arte sacro. Se puede seguir su rastro a través del arte tardomedieval. Aparecen los cuatro evangelistas con sus formas animales en el sarcófago merovingio del obispo Angilberto, en Jouarre, y también en el evangelario carolingio de Godescalco. Llegó, pues, el románico, y fue habitual incluirlos en la corte celestial que acompaña a Jesucristo.

Con la llegada del arte gótico, ese tipo de iconografía decayó y dio paso a otro tipo de escenas, con una corte celestial repleta de ángeles y, también, con unas más efectivas e intimidatorias escenas del Juicio Final. La Sagrada Família, podría decirse, repesca un poco esa tradición románica, pero a la hora de la verdad el logro del templo es que prácticamente no deja fuera nada escultóricamente, pues es tanto lo que narra que están todos los símbolos del arte sacro a lo largo de la historia.

Las figuras han sido bendecidas a las 17.30 horas del domingo en una ceremonia abierta al público creyente, pero desde la perspectiva más panorámica de la historia de las religiones incluso tienen más recorridos posibles. El toro, el león y el águila son imágenes recurrentes en la mitología egipcia y en la mesopotámica, hasta tal punto que algunas tesis académicas sostienen que los distintos autores del Apocalipsis no hicieron más que echar mano de esas tradiciones, de modo que Juan sería una reformulación del halcón que representa a Horus y la leona Sekmet habría renacido como Marcos.