El evangelista Juan, próxima etapa

La Sagrada Família corona la torre de Mateo en una espectacular operación

Dos nuevos tetramorfos coronarán las torres de la Sagrada Família

Bauma, oasis de tertulias, escribe su último obituario a martillo y cincel

La Sagrada Família corona la torre del evangelista Mateo

La Sagrada Família corona la torre del evangelista Mateo. / VÍDEO: SAGRADA FAMÍLIA

Carles Cols

Carles Cols

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Con una grúa y el buen oficio de quienes ahí trabajan, la Sagrada Família acaba de completar la tercera de las cuatro torres dedicadas a los evangelistas. Ha sido el turno de Mateo, que en la iconografía cristiana se representa habitualmente como un hombre alado, no exactamente un ángel. En breve se repetirá la operación con la cuarta torre, pues el águila gigante que representa al evangelista Juan aguarda su turno a los pies del templo expiatorio. Las obras de la basílica que lleva (al menos en parte) el sello de Antoni Gaudí siguen así completando etapas, en este caso el de los cuatro cimborrios de 135 metros de altura que rodearán la torre central, la dedicada a Jesús, y no solo eso, sino que desde debajo de las figuras se proyectarán haces de luz que iluminarán la cruz que coronará esa torre, la más alta, de 172,5 metros de altura.

 “Delante del trono había como un mar de vidrio semejante al cristal, y en medio del trono y en rededor de él, cuatro vivientes, llenos de ojos por delante y por detrás. El primer viviente era semejante a un león; el segundo viviente, semejante a un toro; el tercero tenía semblante como de hombre, y el cuarto era semejante a un águila voladora. Los cuatro vivientes tenían cada uno de ellos seis alas, y todos en torno y dentro estaban llenos de ojos, y no se daban reposo día y noche, diciendo: santo, santo, santo es el señor Dios todopoderoso, el que era, el que es y el que viene. Siempre que los vivientes daban gloria, honor y acción de gracias al que está sentado en el trono, que vive por los siglos de los siglos”. Ese el fragmento del Apocalipsis que inspira, en parte, lo que pretende ser la Sagrada Família, calificada a veces como un libro de piedra. No hay elemento que no tenga un significado, y los cuatro tetramorfos de los evangelistas, en este sentido, tienen la función de ensalzar la figura de Jesús.

Hay más relatos bíblicos, de Daniel y Ezequiel, por ejemplo, a cuál más indescifrable, sobre esas cuatro figuras del final de los tiempos. La suma de todas esas descripciones (“vi salir del mar cuatro bestias, diferentes una de otras, y la primera era como león con alas de águila, que estuve mirando hasta que le fueron arrancadas las alas y fue levantada de la tierra, poniéndose sobre los pies a modo de hombre, y le fue dado corazón de hombre”) es la que con el paso de los siglos incorporó el arte sacro y que ahora recoge el proyecto de la Sagrada Família, en su caso, con mármol de Thassos, el oro blanco de las canteras griegas, todo un lujo.

"La Dolce Vita", escena inicial.

"La Dolce Vita", escena inicial. / .

La colocación de la figura ha sido (la experiencia es un grado) una operación ejecutada con precisión milimétrica, en la que el momento visualmente más llamativo ha sido, sin duda, el vuelo con grúa de la figura, más que nada porque a algunos vecinos del barrio puede haberles recordado la escena inicial de ‘La dolce vita’, en la que el irreverente Federico Fellini se recrea con el transporte de la escultura de un Cristo que pende de un helicóptero sobre las calles de Roma. No ha sido lo mismo, pero algo de eso ha tenido la ‘operación Mateo’.