La Sagrada Família de Barcelona lanza un fondo social con el 2,3% de sus ingresos por entradas

El patronato que gestiona las obras de la Sagrada Família ha anunciado la creación para este mismo año de un fondo de acción social que cofinanciará proyectos con entidades del tercer sector. Estará dotado, en esta primera convocatoria, de la que aún se están redactado las bases, con 2,3 millones de euros, un 2,3%, por lo tanto, de los 100 millones que el templo expiatorio ingresa por la venta de entradas.

El director general del patronato, Xavier Martínez, ha dado conocer esta nueva obra de caridad durante una visita de obras a la basílica y lo ha hecho, además, en la singular sala de crucero que se ha construido a 66 metros de altura, a los pies de la futura torre central, dedicada a Jesús. Allí, Martínez ha anunciado que el próximo 18 de diciembre, festividad de Nuestra Señora de la Esperanza, se darán a conocer las entidades beneficiadas con esta ayuda.

Superada la pandemia y recuperado el flujo de turistas en la ciudad, la Sagrada Família se ha reencontrado con sus récords de 2019. Espera cerrar el 2023 con 4,5 millones de visitantes. Tanto viento lleva en las velas el templo que incluso se ha permitido ya prescindir de las taquillas. Todos los visitantes llegan con la entrada adquirida por internet y con una hora de entrada prefijada. Todo funciona perfectamente engrasado para prever esos 100 millones de euros en ingresos por entradas, de los que aproximadamente la mitad van a parar a las obras de construcción.

Los 2,3 millones reservados para el fondo social, según Martínez, contribuirán a cumplir con las dos misiones con las que en su día, en 1882 y en un principio sin Antoni Gaudí al frente del proyecto, se decidió construir el templo, la fe y la caridad. En opinión del patronato, ambas metas se están cubriendo satisfactoriamente, y más que lo podrán conseguir cuando en una fecha indeterminada de esta década o principios de la de los años 30 la Sagrada Família se dé por terminada.

El Patronato de la Fundacion Junta Constructora del Templo Expiatorio de la Sagrada Família (ese es su nombre completo) tiene otro dato que avala, desde su punto de vista, que cuenta con e beneplácito de los ciudadanos sobre cómo se está procediendo a la ejecución de los trabajos y sobre cómo contribuye a que, sin distinción de procedencia, los más desfavorecidos no se queden atrás. Los días 22, 23 y 24 de septiembre, con motivo de la fiesta mayor de la ciudad, se celebrarán las jornadas gratuitas de puertas abiertas, una tradición ya en la ciudad en esta época, para la que hay 15.000 entradas disponibles. Se han recibido 117.000 solicitudes, aproximadamente una por cada 10 adultos de la ciudad. Un concurso resolverá ese atasco de peticiones.

Faltan 34 metros

En cuanto a las obras, el arquitecto Jordi Faulí ha confirmado que el templo cubrirá aguas, es decir, alcanzará su cota máxima de 172 metros y medio a lo largo de 2026, pero no podrá dar por finalizados los trabajos ese año, tal y como se deseaba, centenario de la muerte de Gaudí. La pandemia desbarató los planes, pero este año sí que estarán ya coronadas, con sus cuatro tetramorfos, las torres de los evangelistas.

Hasta los 131 metros se alza hoy el cimborrio central del templo, el dedicado a Jesús. No es todavía la torre más alta de la Sagrada Família. Esa marca, de forma temporal, la ostenta el cimborrio dedicado a la Virgen, con 138 metros de altura y coronado por una estrella.

Las entrañas del templo expiatorio han sido mostradas de nuevo, como es ya una cierta tradición, para certificar el ritmo al que avanzan los trabajos, en esta ocasión, la novedad es que a pie de calle están dispuestos para ser alzados con grúa los dos tetramorfos que quedan pendientes de colocar, dedicados a los evangelistas Mateo y Juan, representados en la iconografía cristiana por un hombre alado (no un ángel) y un águila. Durante las jornadas de puertas abiertas será posible contemplarlos cara a cara.