Asamblea en la 'Superilla'

Los vecinos del Eixample salen en defensa inapelable de Consell de Cent

Barcelona Oberta pide "diálogo" y no que "los albañiles" desmantelen Consell de Cent

Que la desmantelen, para vergüenza pública internacional, por Juli Capella

Escenas inesperadas de la Superilla del Eixample

Escenas inesperadas de la Superilla del Eixample / JORDI OTIX

Carles Cols

Carles Cols

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Las asociaciones de vecinos de los cinco barrios del Eixample (Dreta, Esquerra, Sant Antoni, Sagrada Família y Fort Pienc), además de diversas plataformas que defienden una mejora de la calidad medioambiental del distrito, han decidido, a través de un comunicado, realizar una categórica defensa de la reforma de Consell de Cent y, por lo tanto, expresar un frontal rechazo a la sentencia judicial que, en principio, pretendía revertir todos los trabajados y retornar la calle a su aspecto original. Los demandantes, la asociación Barcelona Oberta, que representa a parte del tejido comercial y turístico de la ciudad, anunciaron, nada más conocer el fallo de la juez, que renunciaban a la ejecución de la sentencia, una maniobra a la que la juez ha respondido ofreciéndoles participar en un proceso de mediación con el Ayuntamiento de Barcelona. De forma también rotunda, los vecinos se oponen también a esa mediación.

Con Consell de Cent convertida en una de las calles más paseadas del Eixample y sin que se hayan cumplido los pronósticos catastrofistas de los demandantes (Foment del Treball llegó a predecir la destrucción de 50.000 puestos de trabajo), los vecinos han convocado para este viernes 15 de septiembre, a las siete de la tarde, una asamblea pública, cómo no, en una de las cuatro plazas nacidas fruto de la ‘Superilla Eixample’, la de la confluencia de Consell de Cent con Enric Granados.

“Nos han demostrado que solo pretenden que Barcelona esté al servicio de sus negocios”, expresan en el comunicado los vecinos, en referencia a los portavoces de Barcelona Oberta. Subrayan, además, algo inapelable. En el caso de que en su día la justicia hubiera aceptado tomar medidas cautelares cuando comenzaron las obras, es decir, suspender los trabajos, los ejes verdes, tal y como hoy son una realidad en el Eixample, no habrían sido posibles.

La postura del gobierno municipal

En la valoración de la sentencia que la semana pasada realizó Barcelona Oberta, esta asociación renunció a la ejecución del fallo judicial y se aferró a unas palabras de la teniente de alcalde Laia Bonet, que acababa de prometer diálogo en las futuras transformaciones urbanísticas de la ciudad, también con los comerciantes. En opinión de los vecinos consultados, la mediación planteada ahora por la juez deja entreabierta una puerta para que el lobi comercial introduzca modificaciones en Consell de Cent en beneficio más facilidades al paso de vehículos privado, que, recuerdan, nunca ha sido eliminado. Sobre esta cuestión, el ayuntamiento ha preferido guardar un cerrado silencio.

Consell de Cent entre Casanova y Bruc.

Consell de Cent entre Casanova y Bruc. / JORDI OTIX

La polémica ha servido, además, para que todas las asociaciones de vecinos pongan nota a la transformación de Consell de Cent, algo que hasta ahora no había en realidad sucedido. “Valoramos muy positivamente las notables mejoras que este nuevo espacio supone en la calidad de vida y en la movilidad activa de los vecinos y vecinas del barrio, mejoras que se han traducido en un aumento de las posibilidades de compartir paseos y juegos en un entorno más verde, con un aire más limpio y con menos ruido”. En el comunicado, los vecinos apelan a proteger jurídicamente estas mejoras.

En la práctica, la sentencia y posterior renuncia a la ejecución de ella por parte de Barcelona Oberta no ha cerrado en absoluto este caso. Más bien al contrario. Una hora antes de la asamblea en esa nueva ágora de Enric Granados con Consell de Cent, los impulsores de la plataforma Aragó Respira! han convocado un corte de tráfico en esa calle, en la confluencia con Aribau, en demanda de que esa calle deje de ser una vía de alta capacidad en mitad del Eixample por las consecuencias medioambientales que comporta.