Balance del INE

La variación de los precios industriales acumula 17 meses en negativo, con la reciente ayuda de la caída del aceite

El indicador IPRI fue del -1,4% el pasado julio, pero el descenso es cada vez más moderado

La inflación industrial ahonda su caída en febrero al 8,2%

Botellas de aceite de la provincia de Jaén, que representa más del 40% de la producción de aceite de oliva en España.

Botellas de aceite de la provincia de Jaén, que representa más del 40% de la producción de aceite de oliva en España. / José Pedrosa

María Jesús Ibáñez

María Jesús Ibáñez

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Los precios industriales en España cayeron un 1,4% el pasado julio en relación con el mismo mes de 2023, con lo que encadenan ya 17 meses seguidos de retrocesos, según ha informado este lunes el Instituto Nacional de Estadística (INE). Después de haber tocado techo en marzo de 2022 (con la invasión rusa de Ucrania), cuando los precios industriales anotaron una inflación del 47%, el índice de precios industriales (IPRI) emprendió una decidida senda de corrección hasta el punto de caer en terreno negativo (deflación) en marzo de 2023, donde aún permanece, aunque empieza a dar señales de agotamiento.

La caída de los costes energéticos en estos 17 meses es la principal razón que explica el signo negativo de los precios industriales desde marzo de 2023. No obstante, en los últimos meses, el abaratamiento del sector de aceites y grasas de origen vegetal y animal también ha aportado su granito de arena.

El índice de precios industriales mide la variación de los importes de venta de los productos a salida de fábrica, es decir, no incluyen gastos de transporte ni de comercialización. Habitualmente, las oscilaciones que experimenta el IPRI no se ven reflejadas de modo inmediato en el precio que paga el consumidor final, sino que se suelen repercutir con unas meses de demora: primero bajan los precios del aceite al industrial y luego, al consumidor, por citar un ejemplo. El IPRI recoge los precios de los grandes sectores industriales, salvo la construcción, de modo que incluye desde la producción y distribución de combustibles gaseosos, la fabricación de estructuras metálicas y, por ejemplo, el prensado y envasado de todo tipo de aceites.

Ha sido este sector, el de los aceites y grasas de origen vegetal y animal, uno de los que más contribuyó al descenso del IPRI de julio, al experimentar una bajada mensual del 3,5%, que ha permitido dejar en el 7,6% su variación respecto al mismo mes del año pasado (menos de la mitad que la inflación del 17,9% que había arrojado este grupo en junio).

En particular, el precio industrial del aceite de oliva -un producto que tanto ha presionado en la cesta de la compra en los últimos meses- resultó en julio el 4,2% más barato que en junio. Y, aunque el aceite de oliva sigue siendo más caro que en el mismo mes del año pasado, su tasa de inflación cede ya hasta el 14,9% -lejos del 89% que se anotaba en septiembre de 2023-, y apuntala la expectativa de futuros descensos en el precio con que habrá de llegar a los supermercados, para los consumidores domésticos.

Cabe señalar que aceites y grasas, que están integrados en la categoría de bienes de consumo no duradero, registraron en julio una disminución intermensual del 1,7%, pese a que hasta ese momento llevaban dos meses de subidas de un mes al siguiente (del 2,3% en mayo y del 1,6% en junio). En global, el IPRI de los bienes de consumo no duradero -esencialmente el procesado y fabricación de alimentos- fue en julio del 2,7%, lo que supone que se situó 0,8 puntos por debajo de la tasa del mes anterior.

Los precios de la energía van al alza

Con todo, la deflación de los precios industriales empieza mostrar algunos signos de agotamiento. Si la reducción del IPRI en julio no fue tan acusada como en meses anteriores fue, en buena parte por la evolución de los precios de la energía, que siguen cayendo, pero no tanto como antes: elevaron su tasa interanual más de cinco puntos, hasta el -6,6%, por el encarecimiento de la producción, transporte y distribución de energía eléctrica y, en menor medida, por la producción de gas. También subió el intermensual del refino de petróleo (+1,40%), el del procesado y conservación de carne y elaboración de productos cárnicos (+0,6%) y el de la fabricación de artículos de papel y de cartón (+0,8%).

Los denominados bienes intermedios, que incrementaron su tasa interanual en nueve décimas por el menor descenso de los precios de la fabricación de productos básicos de hierro, fueron otro de los sectores que tiraron el IPRI hacia arriba.

En Catalunya también bajan, pero menos

Los precios industriales cayeron en julio un 0,2 % en tasa anual en Catalunya, un descenso inferior al experimentado en el conjunto de España. Según el Idescat (Institut d'Estadística de Catalunya), en el caso catalán el mayor retroceso en julio lo registraron la energía y los bienes intermedios no metálicos ni energéticos y químicos. En cambio, los bienes de equipo, que acumularon una variación interanual del 3,2%, contribuyeron a moderar el descenso del IPRI general.

Por comunidades, el IPRI registró en julio tasas anuales negativas en todas las autonomías, excepto en Castilla-La Mancha (1,2%), Región de Murcia (0,9%) y Andalucía (0,3%). Las más bajas se dieron en Canarias (-6,9%), Illes Balears (-6,3%) y Principado de Asturias (-6,1%).