Reino Unido

El Gobierno laborista prepara medidas para garantizar el derecho a la desconexión de los trabajadores británicos

Cada empresa deberá negociar su própio código de conducta. Quebrantarlo podría suponer indemnizaciones de miles de euros a favor de los empleados

El primer ministro británico, Keir Starmer

El primer ministro británico, Keir Starmer / Europa Press/Contacto/Tejas Sandhu

Lucas Font

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Fue una de las promesas de campaña del primer ministro británico, Keir Starmer, en las elecciones generales del pasado julio en el Reino Unido: la puesta en marcha del programa ‘Make Work Pay’ (Rentabilizar el Trabajo), basado en una serie de medidas destinadas a mejorar las condiciones laborales de miles de trabajadores en el país. “Devolveremos al Partido Laborista al servicio de las clases trabajadoras”, repitió de forma incansable Starmer en las semanas previas a los comicios, en un intento de seducir al sector de la población más afectado por el aumento del coste de la vida y por la pérdida de poder adquisitivo. Casi dos meses después, el Gobierno laborista ya está trabajando en una de las ramas de este plan, el derecho a la desconexión de los empleados

“Se trata de garantizar que la gente tenga tiempo para descansar”.

El objetivo principal de la medida es garantizar que los trabajadores de las empresas no sean contactados por sus jefes fuera del horario laboral o durante sus vacaciones, así como su derecho a no responder correos electrónicos o a trabajar los fines de semana. Una práctica cada vez más habitual con el aumento del teletrabajo –el cual ha desdibujado las fronteras entre la vida personal y la laboral– en algunos sectores. Según el primer borrador de la norma, adelantado esta semana por el diario ‘The Times’, los empleadores y empleados deberán acordar un código de conducta en el que se especifiquen los horarios normales de trabajo y los momentos en los que los trabajadores pueden ser contactados. 

Posibles indemnizaciones

Quebrantar ese acuerdo no supondrá por sí solo un motivo de litigio, al menos en la mayoría de los casos, pero sí servirá como agravante en caso de que se inicie una disputa mayor entre las dos partes. En caso de que se demuestre un incumplimiento del derecho de desconexión de los trabajadores por parte de la empresa, esta se verá obligada a pagar hasta un 25% adicional en concepto de indemnizaciones, lo cual supondrá un desembolso de miles de euros. El Gobierno asegura, sin embargo, que todavía se están discutiendo los detalles de la medida y que no afectará a todas las empresas ni a todos los sectores por igual.  

Más de un tercio de los trabajadores británicos dedican tiempo fuera de su horario laboral a leer y responder correos electrónicos

El Ejecutivo está estudiando ejemplos en países donde esta medida ya funciona, como Bélgica o Irlanda. Una de las posibilidades es implementar la norma sólo en las empresas con más de 20 trabajadores, como ocurre en Bélgica, lo cual excluiría a millones de trabajadores de esta protección. Según el ministerio de Negocios y Comercio, más de cuatro millones de personas están empleadas sólo en empresas de menos de 10 trabajadores, lo cual representa cerca de un 15% del total de trabajadores por cuenta ajena en el Reino Unido. Este número sería considerablemente mayor si se eleva el mínimo a los 20 trabajadores, aunque por ahora el Gobierno no ha querido dar más detalles. 

Mejorar la productividad

A pesar de que todavía faltan detalles por definir, el Ejecutivo considera que la medida es necesaria para mejorar la productividad de las empresas y para estimular el crecimiento económico. “El objetivo es mejorar la productividad. Sabemos que los buenos empresarios entienden que para que [los trabajadores] se mantengan motivados y productivos necesitan poder desconectar, y la cultura del presentismo puede ser perjudicial para la productividad”, ha asegurado una portavoz del Gobierno esta semana. “Se trata de garantizar que la gente tenga tiempo para descansar”.

Según una encuesta publicada a finales de julio por el sindicato Trades Union Congress (TUC), más de un tercio de los trabajadores británicos dedican tiempo fuera de su horario laboral a leer y responder correos electrónicos, mientras que cerca de un 40% aseguran tener que hacer más tareas en el mismo periodo de tiempo y sentirse más estresados en el trabajo. Algo que, advierten, contribuye al ‘burn out’ (agotamiento) de los empleados. “El aumento constante de las horas, el ritmo y las expectativas en el trabajo están causando problemas en todo el país”, ha alertado su secretario general, Paul Nowak. Por ahora las estadísticas le están dando la razón: casi 10 millones de adultos en edad laboral están inactivos en el Reino Unido, más de un 20% del total.