Crisis inmobiliaria

La crisis de Evergrande arrastra a la auditora PwC

El gobierno chino impondrá duras sanciones a la consultora anglosajona por su negligente supervisión sobre la inmobiliaria

Vista de la bandera china junto a la sede de la constructora Evergrande en Shanghai, en una imagen de archivo.

Vista de la bandera china junto a la sede de la constructora Evergrande en Shanghai, en una imagen de archivo. / EFE/ Alex Plavevski

Adrián Foncillas

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La crisis galopante del ladrillo en China salpica ya a PriceWaterhouseCooper, una de las cuatro mayores auditoras globales, que en vísperas de la sanción histórica que le viene encima ya está ordenando despidos y rebajas salariales. La pregunta fue inmediata cuando se supo que Evergrande, gigante inmobiliario, había cocinado sus libros durante años: ¿cómo pudo gestarse ese desaguisado que tumbó al sector que contribuía casi a un tercio de la economía china y hoy la lastra?

El Ministerio de Finanzas impondrá a PwC Zhong Tian, su rama china, una multa de 500 millones de yuanes (unos 63 millones de euros) y la suspensión de operaciones durante seis meses por su negligente supervisión de la inmobiliaria. No podrá aceptar nuevos clientes ni firmar los balances de las empresas de la China continental aunque sus negocios de fiscalidad y consultoría quedan a salvo. La decisión no es aún oficial pero ya ha sido comunicada a sus empleados. El castigo fija un nuevo hito ejemplarizante: dobla en dinero y duración a la que sufrió Deloitte el pasado año por sus “serias deficiencias auditoras” sobre Huarong China, compañía estatal de gestión de activos.

Reputación perdida

 PwC rompió su relación de 14 años con Evergrande a principios de 2023 alegando desencuentros sobre la información compartida. El objeto de la sanción son las memorias contables de 2019 y 2020. Los reguladores descubrieron que el mayor brazo continental de la inmobiliaria, Hengda Real Estate, había hinchado sus ventas en 564 mil millones de yuanes (71 mil millones de euros) y sus beneficios en 92 mil millones de yuanes (11,5 mil millones de euros). Aquel esplendor cuando la compañía ya se desangraba allanó la emisión de bonos fraudulentos que, en lugar de solventar el problema, lo agrandaron hasta las dimensiones inmanejables que precipitaron su quiebra. Un vistazo a la hemeroteca sugiere que a la PwC le ha salido barato el descuido. La auditora Arthur Anderson, con base en Chicago, no sobrevivió al escándalo de la energética Enron, una menudencia comparada con el de Evergrande. Las 'Cinco Grandes' ('Big Five') son desde entonces las Cuatro Grandes ('Big four').

China ultima los detalles de una multa a la auditora PwC por el escándalo contable de Evergrande

China ultima los detalles de una multa a la auditora PwC por el escándalo contable de Evergrande / Archivo

Lo que no podrá evitar Pwc es la merma de su reputación en China y el mundo. Llegan tiempos áridos para su rama china, con 10.000 empleados y una veintena de oficinas. Ha perdido en el último año dos tercios de sus beneficios por auditorías y a una cuarentena de clientes. La han abandonado el Banco de China y China Life Insurance, a las que había facturado en el último ejercicio el equivalente a 25 y ocho millones de euros respectivamente. La prohibición de que las compañías estatales contraten auditoras sancionadas en los siguientes tres años impide una rauda recuperación. Al horizonte sombrío también contribuyen las acciones legales emprendidas por los acreedores de Evergrande por las “tergiversaciones” de sus memorias anuales en el proceso de quiebra que se ventila en un tribunal hongkonés.

Auditoras chinas

Al derrumbe de los ingresos le seguirán ajustes laborales dolorosos. La compañía se plantea despedir a la mitad del personal de su división auditora y al 20% del resto de negocios, según la agencia Reuters. También pedirá a sus socios chinos más relevantes que recorten un 50% sus ingresos anuales, tanto los salariales como los bonos, mientras el resto sufrirá rebajas de entre el 20 y el 40%.  

Pekín pretende que sus mayores compañías basculen hacia auditoras chinas. A su miedo por las fugas de información se ha añadido la certeza de que las internacionales no son tan eficaces como prometen. El tránsito es más lento de lo planeado porque las nacionales aún están verdes para fiscalizar las intrincadas redes de negocios en el extranjero. El vacío dejado por PwC ha sido ya ocupado por EG o KPMG, las dos grandes auditoras globales que no han sido castigadas aún por Pekín.

Suscríbete para seguir leyendo

TEMAS