¿Es posible que los humanos se contagien del mal de la lengua azul que afecta a los rebaños?

La lengua azul, una enfermedad que el pasado junio fue detectada por primera vez en Catalunya desde 2009, es una patología vírica que se transmite de animal a animal a través de un vector y no por contacto directo. Ese vector son algunas especies de mosquito del género Culicoides, el mismo que transmite otros virus animales como la peste equina africana o la enfermedad hemorrágica epizoótica, también conocida como el covid de las vacas. Es una enfermedad que solo afecta a los animales, especialmente ganado ovino y bovino, y que no llega a contagiarse a los humanos.

El virus de la lengua azul que circula por Catalunya, del serotipo 8, y que esta semana se ha detectado ya en una explotación de la provincia de Huesca es especialmente letal entre las ovejas. De ahí, que el Gobierno haya tomado ya medidas para evitar su propagación.

No afecta a los humanos

La enfermedad es estrictamente animal, sobre todo entre los rumiantes (bovino y ovino) y no afecta en ningún caso a los humanos. La carne, la leche y los productos derivados que se producen en las explotaciones afectadas pueden consumirse sin problema. Se llama enfermedad de la lengua azul porque el ganado que la sufre acaba mostrando una lengua cianótica, es decir, de un color entre morado y azulado. Los signos más frecuentes de la dolencia incluyen fiebre, mucosidades purulentas, costras alrededor de los ollares, edema de la cabeza y el cuello, dificultad para respirar y ulceraciones en las membranas mucosas.

Los que más pierden son los ganaderos

La detección de un caso obliga a los responsables veterinarios a declarar obligatoriamente la enfermedad, con lo que el territorio situado alrededor del foco inicial queda fuera del estatus de zona libre de enfermedad. Eso limita, por ejemplo, los movimientos de animales, que han de realizarse bajo ciertas condiciones sanitarias, con lo que se deben extremar las medidas para llevar el ganado al matadero, y, por supuesto, restringe sus exportaciones en vivo. Eso acaba pasando factura a los ganaderos de toda la zona, que han de extremar la precaución.

¿Cuánto tiempo duran las restricciones?

Las restricciones veterinarias se aplican hasta que hayan pasado dos años sin que se declare un nuevo caso de lengua azul. Mientras tanto, se declara la vacunación obligatoria frente al serotipo 8 para todas las reses mayores de tres meses de edad de las especies ovina y bovina, que se encuentren en el perímetro declarado de riesgo. En la actualidad esto incluye los territorios de Lleida y de Girona (donde se ha localizado focos de la enfermedad) y de Tarragona y Barcelona, en estos dos últimos casos, por proximidad. Para ello, la Generalitat ya ha ordenado la compra de un millón de dosis de la vacuna.

¿En qué lugares se ha detectado hasta ahora?

Los primeros animales que dieron positivo a la lengua azul el pasado junio en Catalunya pertenecían a una explotación del Pla de l'Estany, en Girona, que se encuentra a menos de 30 kilómetros de la frontera con Francia, donde el serotipo 8 ha circulado de forma intensa en la pasada temporada. Desde su entrada en Catalunya, son ya 253 los focos declarados en un total de 17 comarcas, según la Conselleria d'Agricultura de la Generalitat. Son 137 explotaciones de ganado bovino, 113 de ovino, dos que combinan ambas especies (ovino y bovino) y un ejemplar de fauna salvaje en libertad, concretamente un muflón.

Hasta ahora, en España se habían detectado brotes relacionados con el serotipo 1 (en Andalucía) y con el serotipo 4 (también en Andalucía, además de Castilla-La Mancha, Murcia, la Comunidad de Madrid, Extremadura, Galicia, Asturias y Cantabria y las provincias de Alicante, Salamanca y Ávila y parcialmente las de Zamora y Segovia). Esta nueva cepa del serotipo 8 circula en Francia desde el mes de agosto de 2023 y ha afectado tanto en ganado bovino como ovino, con mortalidad, en mayor medida entre las ovejas. Además, desde el pasado 7 de agosto, queda confirmada también la presencia del virus de serotipo 3, detectado en una granja del departamento francés del Nord, en la comuna de Marpent, a pocos kilómetros de la frontera con Bélgica. En 2023 se confirmaron en el país vecino más de 1.000 focos del serotipo 8 en explotaciones de bovino y más de 300 en explotaciones de ovino en distintos departamentos del centro y sudeste.